Entre tanto, Francisco González (FG) presidente del BBVA, el segundo banco del país, hacía alusiones críticas a la política económica del Gobierno.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO)  tiene poderosas razones para permanecer callado, incluso para disfrazarse de lagarterana, por la deficiente gestión de sus responsabilidades de vigilancia bancaria.

El gobernador del Banco de España es un hombre brillante y de un currículo político impecable, un social liberal confeso desde hace muchos años, cuando esta adscripción era como mentar al diablo en el PSOE, un partido del que es veterano e ilustre militante.

No le faltan pues capacidades como demostró, sin ir más lejos como secretario de Estado de Hacienda cuando Pedro Solbes regía el ministerio.

El error fue nombrarle para un cargo ajeno a los intereses básicos del personaje, perspicaz en la reflexión económica pero de escasas capacidades para las tareas básicas del banco central que prácticamente, tras la creación del Banco Central Europeo, quedan relegadas a la vigilancia bancaria.

Valeriano Gómez le devuelve la pelota a MAFO y a FG, críticos por la “blandura” de la reforma laboral  culpando de todos nuestro males a la banca.

En épocas de crisis es imperativo buscar chivos expiatorios y en ésta, la más dura desde la del 29, la banca es el chivo preferido.

La banca tiene, en efecto, responsabilidades por la alegría de sus prestamos hipotecarios y a promotores inmobiliarios y es justo que asuma sus responsabilidades pero no es la culpable de todos nuestros males.

Las entidades financieras están pasando su propio vía crucis y es lógico que den prioridad a su propia supervivencia. El instinto de conservación es un instinto básico.

En todo caso el Gobierno no debe escudarse en la maldad intrínseca de la banca y proceder a tomar las medidas necesarias para que esta pueda asumir su esencial función, el crédito,  lo antes posible.

Echar la culpa a los demás puede producir algún alivio pasajero pero no resuelve los problemas. Semejante práctica no es propia de un gobierno responsable.

José García Abad es periodista y analista político