Isco en una foto oficial del Real Madrid



Es de Málaga, insultantemente joven (este domingo cumple 22 años), algo introvertido, pero muy descarado con el balón en los pies. Como Iniesta, un mago capaz de hacer las jugadas más inverosímiles. Y por su talento, ambición, carácter y visión de juego está llamado en la próxima década a marcar una época en el fútbol español.

Por la puerta grande de Mestalla
Como los grandes toreros. Isco fue uno de los destacados. Como sus compañeros Di María o el galés Bale por su portentosa carrera que propicio el gol de la victoria del Real Madrid ante el Barcelona. Por eso, cuando el malagueño abandonó el terreno de juego, además de por su calidad, la afición madridista supo premiar su esfuerzo y entrega.

Como Curro Romero
En verano, cuando llegó al Bernabéu, sus detractores cuestionaban su enorme talento: “Sí, es Curro Romero, pero ni lucha, ni presiona, ni recupera”. Siendo el mejor jugador el último Europeo Sub-21, incluso Ancelotti se creyó esa leyenda urbana y lo relegó durante meses al banquillo. Isco lo pasó fatal en Navidades. No daba crédito a lo que estaba viviendo. “¿Qué no sufro y no trabajo?”, repetía. En Mestalla, y contra el Barça, Isco dio otra lección de fútbol y corrió y recuperó balones más que ninguno.

Ídolo del Bernabéu
Como Juanito, Butragueño o Íker Casillas. Isco desde que llegó al Real Madrid, es santo y seña para la entendida afición madridista. Uno de sus elegidos. ¿Por qué? Hace cosas diferentes y es un genio con el balón en sus pies. Y todo lo hace bien, con la naturalidad y sencillez que le caracteriza. Para los madridistas: “Es el nuevo Iniesta del Bernabéu”.

Del Bosque lo quiere para Brasil
Con la lesión de Thiago, la veteranía de Xavi Hernández y la baja forma de otros mundialistas, Vicente del Bosque piensa en Isco para el Mundial. Y como mantenga esta regularidad en la recta final de temporada, tanto en los partidos de Champions como en los últimos partidos de Liga, el seleccionador lo incluirá en la lista de 23 para disputar el Mundial. La clase, frescura, alegría y desparpajo del malagueño le vendrá muy bien a La Roja para intentar revalidar el título.