A finales de marzo de 1939 el puerto de Alicante se convirtió en la última esperanza de decenas de miles de personas que huían de las tropas franquistas. Buscaban barcos que les llevaran fuera de España. El navío Stanbrook fue uno de los que colaboraron en rescatar a 2.638 pasajeros a los que depositó en Orán (Argelia) tras una dura travesía llena de penurias. Este pasado fin de semana un grupo de alicantinos y valencianos rememoramos aquel viaje hacia la vida. Este fue nuestro diario de travesía.

Por fin la "Operación Stanbrook" logra salir tras meses de trabas de todo tipo, mas desde la parte "europea" y civilizada que de la "atrasada África. No salimos ni en el día que tocaba, ni a la hora ni del mismo sitio del que salió aquél viejo barco carbonero con toda la esperanza que cabía a bordo.

La Operación Stranbook en el barco que les llevó a Orán.



Todos éramos los 3.000
Aun así, para un puñado de hijos de aquellas más de tres mil personas afortunadas el Stanbrook revivía. Seguramente el Ferry regular Alicante-Argelia tampoco siguió la misma ruta, pero emocionalmente todos éramos los 3.000 y estábamos en el viejo barco carbonero. Partimos de Alicante con nuestras banderas, muy mayoritariamente la republicana, aunque siempre aparecen los libertarios con la rojinegra. Lo que me pregunto yo es qué pinta allí una estelada...

Nos reciben las autoridades de Orán
La llegada a Orán ha sido emocionante; ese sí era el mismo sitio; concentrados a popa, flores españolas testimoniaban por primera vez el homenaje de hijos y nietos que 75 años después iban a recibir un trato totalmente diferente.  No vamos a pasar semanas confinados; desembarcamos los primeros y nos encontramos a las autoridades actuales no para reprimirnos, sino para rendir también homenaje a aquellos republicanos españoles que tan honda huella les dejaron.

Lanzamiento de flores en el mar Mediterráneo.



Ni rastro de diplomáticos españoles
Ni rastro de funcionarios o diplomáticos españoles... la diplomacia del PP no está por la labor. El alcalde de Orán nos recibe y saluda en un concierto que ha acabado con argelinos y españoles bailando juntos entre las butacas. Hemos compartido recuerdos, músicas y emociones mientras alguno pensaba cuánto daño han hecho los salvajes cuando decían que esta genta sencilla que hoy nos recibe y baila con nosotros eran unos infieles llenos de odio.

En los campos de internamiento
Segundo día de la llamada "Operación Stanbrook". Hoy ha sido el día de las carreteras y emotivas visitas a remotos pueblos y lugares donde hubo campos de internamiento o residieron algunos de los que han revivido aquel viaje cargado de peligros que muchos no efectuaron. Ha sido emocionante ver las lágrimas de personas que de repente descubren la que fue su casa o su colegio, o el lugar donde se casaron.

Matías Alonso en Orán.



La memoria de los niños argelinos
Nada quedaba de los campos de concentración visitados; desaparecieron bajo edificios varios y hoy los sufrimientos de aquellos españoles sólo perviven la memoria de personas muy mayores, aquellos niños argelinos que los veían de lejos sin entender lo que pasaba.

Tumbas ignoradas de españoles
Más emotiva ha sido la visita al cementerio de Mostaganem, donde descubrimos tumbas ignoradas de españoles que ya nadie cuida. Entre ellas Natalia acaba de descubrir la de su abuelo y la oculta historia que contiene, y es que Natalia es nieta de un pasajero del Stanbrook.

Escolta y honores
Nos choca el trato tan diferente que nos dispensan las autoridades argelinas; es toda una experiencia  ver una caravana de "rojos" españoles escoltada por motoristas y otros vehículos policiales que no es conducida a la cárcel ni al paredón, sino a recibir honores donde intervienen alcaldes y gobernadores...argelinos. Ni rastro de las autoridades españolas; ni han estado ni en realidad se les esperaba.

Matías Alonso en el homenaje a Jean Bèlaïdi, aviador argelino-francés muerto en un bombardero de la Escuadrilla Malraux y que el GRMH descubrió enterrado en Chiva (Valencia).



En recuerdo de todos
La inauguración del monolito dedicado a los refugiados del Stanbrook en uno de los escasos parques de Orán, justo enfrente del muelle que hace 75 años ocuparon los refugiados supuso el colofón del viaje. Un cuadrado de mármol recuerda la gesta solidaria en los idiomas de todos sus protagonistas.

 Los que se quedaron
En Alicante, otro monolito hermano, inaugurado hace dos meses, recuerda el lugar en que millares de republicanos tuvieron que quedarse ante un futuro incierto y terrible y con la constancia trágica de que ningún Stanbrook iba a pasar por sus  vidas.

Matías Alonso es coordinador del Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica de Valencia