Miguel Cardenal y Ángel María Villar en una imagen de archivo (EFE)



El sorteo del calendario de la Liga no fue la única noticia que ocurrió en la asamblea de la Real Federación Española de Fútbol. Hubo otras que se han querido silenciar a la opinión pública, como el enfrentamiento diplomático entre el propio Ángel María Villar, presidente de la RFEF, y el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal (colaborador directo de Mariano Rajoy), para que éste no acudiera a la reunión en la que iba estar representado todo el fútbol español.

Pérdida de poder
Están cambiando las cosas entre la Federación Española de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes, organismo que depende del Gobierno y que tiene rango de Secretaría de Estado para el Deporte. Pese a que en su tiempo las relaciones fueron muy buenas, ya no lo son, principalmente porque en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sede federativa, no gusta que la reforma de la Ley del Deporte que se está preparando en Moncloa les quite una gran parte del poder que tienen en detrimento de la Liga de Fútbol Profesional.

La gestión del fracaso de la selección
Las relaciones entre Villar y Cardenal se han visto enturbiadas en las últimas semanas porque en la Administración no ha gustado la forma en la que se ha tratado y gestionado el fracaso de la selección española en el pasado Mundial de Brasil. Nadie del equipo directivo federativo dio ninguna explicación a la afición, no se convocó ninguna rueda de prensa para hablar del pésimo resultado obtenido y hasta los propios jugadores evitaron a los aficionados que les fueron a recibir al aeropuerto a su regreso de Brasil. Esto se le ha hecho saber desde el Consejo Superior de Deportes a la Federación, comentario que Ángel Villar se lo ha tomado como una injerencia en sus asuntos.

Villar, de los nervios
Pero hay más. No hace mucho se celebró una asamblea de una federación territorial y en ella saltaron todas las alarmas porque algunos de los directivos presentes alertaron de que el Gobierno estaba preparando un nuevo Decreto anti Porta. Es decir, poner un tope a la limitación de mandatos de los presidentes de las federaciones. Hay que tener en cuenta que presidentes como José María Odriozola (atletismo) o Ángel María Villar (fútbol) llevan en el cargo desde 1988.

No lo quieren ver ni en pintura
El caso es que pese a que Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, había manifestado su intención de acudir al acto, como hizo en años anteriores, para, con posterioridad, ir también a la presentación de la selección española de baloncesto que disputará el Mundial que se jugará en nuestro país, desde la Federación de Fútbol se mandaron varios mensajes al Consejo Superior de Deportes recordando que se trataba de un acontecimiento de carácter privado y que, en esta ocasión, no era grata la presencia del representante del Gobierno. Es decir que Villar y sus directivos no quieren ver ni en pintura a Miguel Cardenal. En cambio si fue invitado a la asamblea, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, un organismo completamente ajeno a la Federación.