Se cuenta en este libro de autoría colectiva titulado Feminicidio que según un estudio de la ONU de 2012, a nivel mundial, se calcula que de la cifra que se refiere, de 93.000 mujeres asesinadas, 43.600, casi la mitad de las mujeres víctimas de homicidio, lo fueron a manos de su pareja o algún familiar, mientras que solo el 6 por ciento del total de los hombres víctimas de homicidio fueron asesinados por su pareja o por algún miembro de la familia.

Es por ello que sensibilizar a la opinión pública acerca de la violencia contra las mujeres como un fenómeno global que se manifiesta con sus particularidades en todas las sociedades patriarcales y sobre la tipificación legal  del asesinato de mujeres por el simple hecho de serlo, en España y en otros países de Europa, son los objetivos de Feminicidio, un libro coordinado por Graciela Atenció que la Fundación Internacional Baltasar Garzón ha coeditado junto Libros de la Catarata y se presenta este martes 17 de marzo.

Asia y África dos pesadillas
En términos absolutos, añaden, el mayor número de asesinatos de mujeres se produce en Asia y África. Sin embargo, en términos relativos, la violencia de género es más significativa en Europa y Oceanía, donde otros tipos de homicidios descienden, pero los asesinatos de mujeres se mantienen estables, pasando a suponer un mayor porcentaje de las muertes violentas.

Los porcentajes en aumento
Los datos disponibles sugieren que en los países con tasas muy bajas y decrecientes de homicidios (menos de 1 por 100.000), el porcentaje de mujeres víctimas de asesinato está en aumento y en algunos países el porcentaje roza la paridad (España se encuentra en este segmento).

Más asesinos que asesinas
Graciela Atenció, explica en las conclusiones del ensayo: “aunque en países con tasas bajas de homicidios los porcentajes de mujeres y hombres víctimas están acercándose, no puede decirse lo mismo de quienes asesinan. El 95 por ciento de los victimarios a nivel global son hombres. Se mantiene un desequilibrio desde la perspectiva del delincuente, los hombres cometen mayoritariamente todos los tipos de homicidio, independientemente del incremento de la paridad de género de las víctimas”.

Lo que no se nombra no existe
Partiendo de la base de que lo que no se nombra no existe, Feminicidio realiza un recorrido por la historia de este tipo de delito y la necesidad de su tipificación. “Violación, tortura, esclavitud sexual, incesto, maltrato físico y emocional, hostigamiento, mutilación genital, operaciones ginecológicas innecesarias, esterilización o maternidad forzadas, mutilaciones en nombre de la belleza…”

Por el hecho de serlo…
 Son múltiples, afirman, “las formas que puede tomar la violencia contra las mujeres y desgraciadamente hay veces que implican la muerte. Entonces hablamos de feminicidio, del asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres”.

Medidas para prevenir
En cuanto a intenciones de la obra, se resalta que la ambición de las autoras por conseguir parar el feminicidio es la fuerza de este libro. “Todo lo que en él se recoge pretende contribuir a conocer este fenómeno, sus causas, el contexto que lo cultiva y, sobre todo, las medidas que se requieren para poder prevenir y hacer frente a esta realidad”.

La Administración no conoce
“Se incluyen datos actualizados, pero no para ocultar la crueldad detrás de los números, sino con la intención de visibilizar las dimensiones de una problemática que la Administración no conoce”, destacan.

Mujeres interesantes
En la  presentación intervienen una serie de mujeres expertas y muy interesantes: María Garzón, directora general de FIGBAR; Elena Laporta, abogada y consultora de Derechos Humanos de las mujeres;  Ana Messuti, doctora en Derecho y experta en Jurisdicción Internacional; Beatriz Gimeno, escritora y teórica feminista y Graciela Atencio, coordinadora del libro y directora de Feminicidio.net