Desconocemos de primera mano qué valoración obtiene de sus compatriotas norteamericanos, aunque las encuestas no le dan nada mal, pero en Europa, el magnate Donald Trump, aspirante republicano a la presidencia de EEUU, sería considerado poco menos que un demente, a tenor de lo que anuncia cada vez que se pone ante un micrófono. Lo último lo ha dicho este domingo. En una entrevista concedida a la cadena de televisión 'ABC News' aseguró que si llegara a la Casa Blanca restablecería la tortura por ahogamiento simulado a sospechosos de terrorismo.

Se da la circunstancia de que ya la semana pasada, a raíz de los atentados de París, Trump criticó al Gobierno francés en particular, y a Europa, en general, por las políticas restrictivas que en materia de posesión de armas de fuego vigentes en el Viejo Continente. Según sus conclusiones, si hubiera más permisividad no se llegaría a la matanza del pasado viernes 13 en la capital gala.

Ahora, el precandidato republicano respalda el uso de esa polémica técnica, utilizada por la administración de George W. Bush para extraer información a los sospechosos detenidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y prohibida por el actual presidente, Barack Obama, poco después de llegar al poder en 2009.

"Poca cosa con lo que nos hacen"
"Creo que el ahogamiento simulado es muy poca cosa comparado con lo que ellos nos hacen a nosotros", aseguró el favorito en las encuestas de la carrera republicana en referencia a los terroristas de Al Qaeda o el grupo Estado Islámico.

"Lo que nos están haciendo, lo que le hicieron a James Foley (periodista estadounidense) cuando le cortaron la cabeza, eso es un nivel completamente diferente, así que por supuesto que restablecería los interrogatorios y los interrogatorios severos", añadió.

Tortura según la ONU
Cabe recordar que la ONU considera esta técnica como tortura, además de ser denunciado por numerosos grupos de derechos humanos como un tratamiento cruel y degradante, al igual que la "alimentación rectal" practicada también por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) la década pasada.

En lo que modificó algo su discurso fue en el cierre de mezquitas, tal y como sugirió esta misma semana. Donald Trump este domingo aclaró que no pretende cerrar mezquitas pero sí quiere someterlas a vigilancia, con "medidas fuertes".

"La gente que está implicada en estas mezquitas sabe quiénes son los malos y sabe quiénes son los buenos, pero no hablan. Tenemos que vigilar las mezquitas", subrayó el magnate.

Listado no, echarlos sí
Del mismo modo, también se desmarcó de la idea de crear una base de datos para monitorizar a todos los musulmanes del país, asegurando que él nunca había hecho tal propuesta. Eso sí, aprovechando la coyuntura añadió que sí quiere crear "una lista de vigilancia para los refugiados" sirios a los que Obama ha prometido acoger en EEUU, aunque antes de hacer eso preferiría echarlos a todos del país, igual que a los once millones de inmigrantes indocumentados.