La Comisión Europea ha anunciado que bloquea la compra de O2, la filial británica de Telefónica, por parte de Hutchinson, un consorcio con sede en Hong Kong, por considerar que supone una amenaza a la competencia "en sus términos actuales". La operación, anunciada el año pasado, suponía unos ingresos para la operadora española de 10.500 millones de libras, unos 13.300 millones de euros.

 

Los argumentos de Competencia
El Colegio de Comisarios considera que de producirse la compra provocaría "precios más altos y menos opciones de elegir" para los consumidores británicos. La comisaria Vestager, responsable de Competencia, aseguró que "no podemos aprobarlo en los términos en los que ha sido propuesta".

 La idea de Hutchinson era comprar O2 y fusionarla con Three, su propia operadora en el país, para crear así el operador móvil más importante de Reino Unido, capaz de competir contra British Telecom, el gigante salido del antiguo monopolio estatal.

El Colegio de Comisarios considera que las medidas puestas en marcha por Hutchinson, como permitir el acceso a empresas rivales a su red de infraestructuras o prometer que no habría abuso de posición dominante para subir precios a los clientes durante cinco años, no han convencido a la comisaria Margrethe Vestager.

Telefónica no descarta otros compradores

Con esta operación, Telefónica preveía reducir su elevado nivel de deuda y financiar su nuevo plan estratégico, orientado a la digitalización. No obstante, el grupo de telecomunicaciones dirigido por José María Álvarez-Pallete ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "mantiene los objetivos financieros, el ratio de apalancamiento y la política de dividendos propuesta" para pagar 0,75 euros por dividendo durante una década.
Precisamente este martes el presidente de Telefónica señaló que tienes otras ofertas para la venta de O2, concretamente una del consorcio Liberty Global.