Continúan las reacciones de indignación a la homilía del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, alertando de lo que considera ataques contra la familia por parte de "dirigentes políticos, ayudados por otros poderes como el imperio gay y ciertas ideologías de género". El director del Observatorio Español contra la LGBTfobia (StopLGBTfobia), Paco Ramírez, ha puesto los puntos sobre las íes al cardenal con una carta abierta en la que ironiza con el "imperio gay" comparándolo con el imperio romano y a Cañizares con el druida de la irreductible aldea gala de Astérix y Obélix. 

A continuación reproducimos íntegra la carta por su interés, donde se incluye también una lista para el papa Francisco con los nombres de los reaccionarios que sobran en la Iglesia española: 

He visto con estupor, ignominia y humillación que el pasado lunes durante una homilía en la Universidad Católica de Valencia afirmó con gran ofensa y desdén que el "Imperio Gay" ha arremetido contra "el bien precioso de la familia cristiana". Además tuvo la desfachatez y vileza de criticar con saña la recién aprobada Ley de Igualdad Social LGBTI de la Comunitat Valenciana que para usted supone una "subversión" y "revolución", que tendrá "consecuencias destructivas contra para el futuro del hombre y la humanidad". Todo debido a una de las más "insidiosas" para usted de las ideologías del mundo, la ideología de género.

Sr. Cañizares está usted "loco de atar", puesto que sin duda ve fantasmas, amenazas y conspiraciones mundiales – en este caso gays en vez de judeomasónicas- por doquier, puesto que el reconocimiento de derechos a las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales para remediar la atávica discriminación, acoso, agresión y hasta genocidio que la sociedad y ciertos poderes como la Iglesia han mantenido y siguen manteniendo contra el indeleble principio de que todas las personas nacen iguales en derechos y deberes, con sus virtudes y sus defectos. No se trata de conceder más derechos y prebendas que a los demás, no quitamos derechos a nadie a no ser que considere usted un derecho el derecho a odiar, humillar, discriminar, despreciar y ofender.

Como Panorámix el druida de "Astérix y Obélix", se empeña en seguir defendiendo con furia y rencor una concepción de la sociedad y de la Iglesia caduca y que ya no existe, el mundo ha cambiado y su Aldea Gala de la ortodoxia fundamentalista se ha convertido en un burbuja traslúcida que no le pemite ver que sus homilías en vez de difundir el mensaje de amor y concordia del Evangelio son un altavoz para el odio, la confrontación y la incitación a la violencia.

No hace falta que le diga que no sólo la sociedad ha cambiado, sino también están habiendo cambios pequeños en su Iglesia, sobre todo en sus feligreses y en su base, y que ahora apuesta más por amparar y acoger que por condenar y castigar, aunque la continúa ambigüedad del Papa Francisco nos tiene algo confundidos.

No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, y yo le aconsejería sinceramente que se jubile y se retire como el Papa Emérito, porque usted Sr. Cañizares está enfermo aunque no lo note, y su enfermedad se llama homofobia en grado grave, cuando su continua obsesión durante años ha sido arremeter contra los derechos de los homosexuales y de las mujeres. Recientes estudios han descubierto que la homofobia y la intolerancia irracional se debe a problemas psicológicos, son gente propensa a trastornos psicóticos que en casos extremos puede llevar a la esquizofrenia. Por tanto por mucho que se empeñe en ver que la homosexualidad y la transexualidad son enfermedades, vicios o pecados, es al revés, la homofobia y la transfobia son enfermedades sociales de las que debería tratarse urgentemente.

En un estudio publicado recientemente se han analizado algunos de los factores que podrían estar asociados con la creencia en las teorías de la conspiración. En concreto, se identifican dos variables que serían clave: la existencia de un contexto de incertidumbre y las dudas sobre la moralidad de los agentes supuestamente implicados. Según plantean los investigadores, las teorías de la conspiración son una forma de "dar sentido" o explicar acontecimientos que resultan estresantes, porque son incontrolables, aleatorios, confusos, o difíciles de comprender con las categorías de pensamiento que habitualmente usamos. Son hechos que se salen de lo común y que conllevan una cierta sensación de ser vulnerable ante lo desconocido, pues sus causas y la forma de hacerles frente son inciertas. Esta obsesión enfermiza contra la homosexualidad que el Sr. Cañizares tiene le hace ver un poder oscuro que está cambiando sus esquemas mentales, y su prolija imaginación ve un "Imperio Gay" que conquista cada vez más territorios y se acerca a su tranquila e intemporal Aldea Gala con el ánimo de hacer peligrar su tradicional creencia y moralidad.

Tan sólo me gustaría terminar esta misiva invocándole que el matrimonio existía incluso antes de la propia creación de la Iglesia y no es un concepto exclusivo de la misma, y mucho más cuando estamos hablando de matrimonio civil, que nada tiene que ver con la imposición de las reglas y normativas de su Iglesia. Finalizo recordándole un dicho del mismo Jesús: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios" [Mateo 22,21]. Por tanto no se entrometa en la sociedad y las leyes que se quiere conceder, y dedíquese a hablar del reino de los Cielos y de las normas que quiera imponer a su Iglesia y a sus feligreses.

P.D: Un mensaje final al Papa Francisco. Por favor jubile lo antes posible a la siguiente lista de personas enfermas, que necesitan una cura urgente de su alma y un internado para modernizar sus fosilizados esquemas mentales:

1. Cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia

2. Juan Antonio Reig Plá, obispo de Alcalá de Henares

3. Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo, Obispo de Getafe

4. José Rico Pavés, Obispo Titular de Mentesa y Auxiliar de Getafe

5. Demetrio Fernández González, obispo de Córdoba

6. Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla

7. Cardenal Fernando Sebastián

8. José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián

9. Cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid

10. Rafael Palmero, obispo eméritode Alicante-Orihuela

11. Casimiro López Llorente, obispo de Segorbe-Castellón

12. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona

13. Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife