El PSOE balear aquilata un valioso know –how de acuerdos de Gobierno desde que en 1999 y contra todo pronóstico, Francesc Antich formaba y presidía un Gobierno compuesto por socialistas, nacionalistas del entonces PSM, Izquierda Unida y Los Verdes, con el apoyo parlamentario de Unió Mallorquina.  El bipartidismo murió entonces en las islas en manos de cinco partidos. En la toma de posesión del primer presidente socialista, los incrédulos representantes de la ejecutiva del PSOE se frotaban los ojos.

Entonces se alumbró la “vía balear del acuerdo”, revalidada en otras dos legislaturas. En la actual, Francina Armengol preside un Ejecutivo en el que acompañan a los socialistas una nueva versión amalgamada de nacionalistas y de IU, con el apoyo externo de Podemos. “E la nave va…”

Los tres Gobiernos fueron innovadores cada uno en su época: la ecotasa en el primero, la nueva financiación de Baleares en el segundo y el cosido social de los recortes de Rajoy en el tercero. Actualmente, entre otras cosas, está en marcha un plan pionero contra la precariedad y los abusos laborales con más de 1.300 inspecciones a centros de trabajo. Resultados concretos: 4.000 empleados han mejorado sus condiciones laborales y se ha disparado en un 60% la conversión de contratos temporales en indefinidos. Pedro Sánchez ha incorporado el plan en el programa electoral para exportarlo al resto de España.

¿Y es cierto que la nave va? La experiencia adquirida en una década de gobierno de acuerdos entre la izquierda permite tener ya los engranajes a un alto rendimiento.

¿Y Podemos? Miran y aprenden. Carecen del espíritu malvado de sus dirigentes estatales. Cobran lo que todos los diputados y algunos parecen orgullosos de ocupar escaños ataviados con bermudas y chanclas. Dicen que son gente normal, de la calle, sin especificar si los demás son, por ende, anormales.  Ya han constatado en carne propia que el trabajo parlamentario provoca sudoración. Colaboran y hasta ahora no se han producido sustos mayores. No obstante, como cuando se levantan cada mañana su primer pensamiento se dirige a encontrar un punto de discordia  - cualquier vale - ante los socialistas, a menudo confunden la gimnasia con la magnesia. Es obvio que tan dura tarea les debe procurar un mal despertar.  Y a pesar de todo, insisto, “la nave va…”