Se lo contábamos en la primera entrega de esta miniserie, en la que presentábamos el porqué de realizarla y alguna de las conclusiones a las que hemos llegado. La ciberseguridad es un grave problema. Hemos hablado con expertos, hackers, grandes empresas y demás agentes implicados. Esto es lo que nos han contado.

Aunque casi ninguno lo afirma abiertamente, a micrófono cerrado son muchos los que reconocen los riesgos actuales del uso de las nuevas tecnologías. "Pero no podemos crear alarma social, porque no somos capaces de ofrecer una solución", nos explicaba un experto en seguridad informática que pidió que no se desvelara su identidad. 

"Internet fue creada para estar abierta, para facilitar la comunicación. Es insegura por naturaleza"

Para entender por qué hay tantos riesgos, hay que revisar los orígenes. "Internet fue creada para estar abierta, para facilitar la comunicación. Es insegura por naturaleza", explica José Antonio Enrique, Chief Technology Officer de Tecteco, una startup de ciberseguridad. "Por eso, hay que poner las barreras antes de que se produzca la conexión entre una máquina y la red a la que quiere acceder". En su empresa aseguran tener una solución que estará pronto en el mercado. 

Y debe de ser buena, porque ya han "levantado" 2,3 millones de euros en financiación, una cifra más que respetable. "Hasta ahora, nadie había conseguido bajar la seguridad hasta la capa 2; pero nosotros lo hemos conseguido y contamos con cinco patentes que lo demuestran", explica el máximo responsable de la compañía, Miguel Cobián. Para que se hagan ustedes una idea, la conexión entre los equipos informáticos se realiza en siete capas y las medidas de seguridad nunca han bajado más allá de la tercera.

 "Internet es insegura por naturaleza" 

Su solución está basada en "una red de routers inteligentes que trabajan de forma conjunta, como un ejército", nos cuenta Cobián. "No podemos decir que es inhackeable, pero lo es". De hecho, más de un directivo de multinacionales del sector nos confirman que se trata de "una compañía a la que todos tenemos en el radar". 

Esos mismos ejecutivos comentan lo que subyace bajo la supuesta precaución ante una posible alarma social. "Hay demasiadas empresas e instituciones a las que les interesa que internet no sea seguro. A las que les viene muy bien poder husmear en tu correo electrónico". Cuanto más seguras y cifradas sean las comunicaciones "más difícil le será a organismos como la NSA [la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos] controlarnos". Hace algo más de un año, el propio Edward Snowden explicaba en el programa Last Week Tonight las herramientas utilizadas por el gobierno estadounidense para espiar a sus compatriotas... y a los ciudadanos de cualquier otro país. 

¿Qué podemos hacer?

¿Qué podemos hacer los usuarios ante esta situación? Según los responsables de ciberseguridad de Banco Santander, muchas cosas. "Por lo menos, tenemos que comprender los riesgos y actuar con sentido común", afirman. La entidad ha creado un espacio en su web [pinchen en el link, les aseguramos que merece la pena] para "que el usuario esté informado y toime conciencia de la importancia de su papel activo en el cuidado de la ciberseguridad ". 

 

Los consumidores no son conscientes ni comprenden los peligros de utilizar wifi públicas

En ese espacio se puede encontrar información útil para protegernos de los ciberdelincuentes. Desde falsos correos de la Agencia Tributaria, hasta el famoso phishing, pasando por consejos para proteger los smartphones.

Los responsables de ciberseguridad del banco apelan también a la responsabilidad de las empresas. "A veces prestamos mucha atención a la seguridad en los sistemas, pero no damos la información y las herramientas a los usuarios, por eso hace un par de años que hemos puesto foco en ayudar a nuestros clientes a que aprendan a protegerse". 

Tal es la falta de información y concienciación entre los internautas, que en un informe reciente de Norton, el fabricante de antivirus, un 86 por ciento de los encuestados reconocían haberse conectado a una wifi pública, e incluso haber accedido a su cuenta bancaria o a otros servicios con información sensible. Como señalan los autores del estudio, “no es que los consumidores estén haciendo caso omiso de los riesgos, es que no son conscientes de ellos, ni comprenden los peligros de utilizar wifi públicas”.

Próxima entrega: La guerra oculta