En medio de las malas noticias que, primero, le depararon las urnas con un Rajoy, aunque sin olvidar que llega de una mayoría absoluta, consolidado en su partido -por ahora y a expensas de la investidura- y contra el que había iniciado una campaña de acoso y derribo quizás para volver como 'el salvador', y un calendario judicial al que se someterá el PP desde ahora y hasta final de año y que, probablemente, saque su nombre a la palestra durante semanas, José María Aznar ha recibido una buena nueva en forma de reconocimiento.

El ex presidente español acaba de ser investido doctor honoris causa por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, de México.

Según ha explicado este centro académico a través de un comunicado sobre la hoja de servicios de Aznar, el mismo se debe “a su destacada trayectoria política y social", añadiendo que "contribuyó excepcionalmente al mejoramiento de la vida de su país".

El precursor de la era del ladrillo

Son curiosas los méritos atribuidos al ex inquilino de la Moncloa, sobre todo si se tiene en cuenta que muchos expertos económicos consideran que los problemas de la economía española derivan de las políticas puestas en marcha durante sus ocho años de Gobierno, entre las que destacan un crecimiento basado, fundamentalmente, en el ladrillo. Para lo cual, aquel equipo del 'milagro económico' ideó una legislación de liberalización del suelo, además de beneficios fiscales, que contribuyó a engordar la 'burbuja inmobiliaria'.  

Precisamente, durante el solemne acto, el rector de la UAEH, Humberto Veras, le dijo que "es usted poseedor de una amplia experiencia académica y diplomática, ejemplo para los docentes y estudiantes de la institución".

Entre esa "experiencia diplomática" habría que citar la defensa de la mentira sobre las armas de destrucción masiva de Sadam Husseim, una falsedad en la que tomó parte José María Aznar como uno de los integrantes del denominado 'Trío de las Azores' cuyo encuentro en Portugal conllevó la invasión de Irak y una desestabilización de la zona que todavía perdura y con repercusión global.

Un 'equipo milagro' judicializado

En esa hoja de servicios que justifican el doctor honoris causa por la institución académica mexicana se menciona, en clave doméstica española, una serie de supuestos logros "gracias a las liberalizaciones" y que no es más que el programa de privatizaciones de servicios públicos puesto en marcha durante sus mandatos; también habla de la "racionalización del gasto público y las reducciones de impuestos" o que en aquella época "se crearon en España casi 5 millones de puestos de trabajo". 

Nada dicen desde la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo de la situación por la que atraviesa la formación de la que es presidente de honor, y que durante su paso como jefe del Ejecutivo, según la denuncia de los 'papeles de Bárcenas', el PP vivió unos momentos dorados de sobresueldos en B (aunque a Aznar siempre lo ha excluido de la presunta práctica) y sospechas de financiación irregular. 

A esto habría que sumar la trama Gürtel, cuyos principales cabecillas acudieron como invitados a la boda de la hija del ex presidente del Gobierno. 

Es evidente que estas cosas no cuentan a la hora de conceder o no un reconocimiento de este tipo, como tampoco el hecho de que el ministro estrella de entonces, y responsable del área económica, se encuentre en la actualidad imputado por diferentes delitos, algunos presuntamente cometidos durante su presencia en el cargo. A pesar de todo esto, es evidente que Aznar es todo un honoris causa. Y todo ello sin nombrar a casi el 80% de los que formaron parte de su 'equipo de confianza'.