Lo dijo Mariano Rajoy el viernes en Granada y lo viene diciendo también el propio interesado: Juan Manuel Moreno Bonilla “será el próximo presidente de la Junta de Andalucía”. El auditorio, 2.500 representantes del partido de toda la comunidad. El escenario, la inauguración del la Convención Regional del PP andaluz, que se celebró el viernes y sábado en el Palacio de Congresos de Granada, bajo el lema 'Andalucía On'.

Más allá de las arengas para elevar la moral de la tropa, mientras escuchaban a Moreno y a Rajoy tras repasar los datos del sondeo de Capdea, conocido unos días antes, más de un dirigente popular pudo estar haciéndose en silencio esta pregunta: ¿se puede conseguir la Presidencia de la Junta cuando se tiene un grado de conocimiento por los andaluces de solo el 56,8 por ciento?

Sondeos discrepantes

El presidente del PP andaluz lo dijo así refiriéndose a sí mismo en tercera persona: "Van a ver a Juanma Moreno y al PP presidiendo un Gobierno en Andalucía". Y el presidente del Gobierno abundó en la misma idea apoyándose en la última encuesta del equipo de investigación Capdea de la Universidad de Granada, que sitúa a los populares a solo 2,4 puntos del PSOE en las preferencias de los andaluces.

En esos momentos, ninguno de ellos conocía el sondeo de la empresa Celeste-Tel –3.200 entrevistas hechas a mediados de diciembre– que se hizo público ayer y que amplía la ventaja del PSOE sobre el PP nada menos que a ¡6,8 puntos! Todo un jarro de agua fría para la dirección popular.

Mal augurio

En todo caso y más allá de las discrepancias arrojadas por los diferentes sondeos, el dato más preocupante para el PP andaluz es la baja popularidad de Moreno. Y algo acaso peor: el estancamiento de sus índices de popularidad por debajo del 60 por ciento.

Siempre según los datos del Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) que realiza semestralmente el Capdea, Juanma Moreno arrancó en el verano de 2014 con una popularidad baja pero esperanzadora: apenas había aterrizado en la política andaluza al ser elegido presidente del PP en marzo de ese año y ya sumaba un 45,6 por ciento de conocimiento.

Teresa Rodríguez, por encima

Solo un año después, en la encuesta del verano de 2015, daba un salto de popularidad importante al situarse en el 59,3 por ciento. Ese fue su tope máximo, que mantuvo en el invierno de 2016 pero no en este de 2017, en que ha bajado al 56,8. Un mal dato para el único partido con capacidad de disputarle la victoria al PSOE. La líder de Podemos Teresa Rodríguez suma el 59,5 por ciento y el coordinador de IU Antonio Maíllo alcanza el 55 por ciento.

¿Se pueden ganar las elecciones sin ser el más popular? No parece probable, pero nunca se sabe, y menos en estos tiempos tan volátiles. Tras las elecciones de marzo de 2012, el socialista José Antonio Griñán volvió a ser presidente de la Junta… pero no ganó las elecciones: el triunfador, aunque sin mayoría absoluta, fue Javier Arenas, que aventajaba a Griñán en casi diez puntos de conocimiento público. En el otoño de 2011 Arenas era conocido por el 93,5 por ciento de los andaluces y Griñán por el 84,4.

Casi 35 puntos menos que Arenas

Si tres años después de su designación como presidente del PP Moreno nunca ha llegado al 60 por ciento, Javier Arenas nunca bajó en cambio del 91 por ciento entre 2012 y 2004, año en que regresó a Andalucía tras la derrota del PP en las generales del 14M.

Algo están haciendo mal el presidente del PP andaluz y su equipo de estrategia, y eso que ni los medios públicos –Canal Sur y Televisión Española– ni los privados le escatiman su atención. ¿Es culpa del carácter poco expansivo de Moreno, en contraste con la facilidad de Javier Arenas para el abrazo? ¿Acaso administra mal su agenda pública? ¿No debería, por ejemplo, ser Moreno quien diera la rueda de prensa semanal de su partido, en vez de ceder a Dolores López, Ana Mestre o Toni Martín el foco que tanto necesita él mismo se´gun las encuestas?