La noticia ha corrido como la pólvora y recogida por todos los medios provinciales malagueños y locales. El ex alcalde de Vélez, Francisco Delgado Bonilla, de nuevo en la polémica tras conocerse que vio envuelto en un accidente de tráfico a las 3 de la madrugada del viernes pasado. El ex regidor popular y ahora diputado provincial, Circulaba con su vehículo en el núcleo turístico de Vélez-Málaga, Torre del Mar. Sucedió que otro vehículo colisionó contra el coche del ex regidor del PP.

Hasta ahí solo sería  un mala experiencia que le puede ocurrir a cualquier conductor. Lo sorprendente aconteció días después cuando se comprobó que el ex regidor tuvo la "suerte" de librarse del control de alcoholemia, algo que es de obligado cumplimiento por ley tras un accidente. Curiosamente, la policía local si le realizó el test del alcoholemia al otro conductor implicado en el accidente y que se saltó un ceda el paso.

Investigación en marcha para esclarecer si hubo trato de favor de la Policía
Tras comprobar el parte oficial de la Policía Local en el que no se adjuntaba el preceptivo test, el Ayuntamiento de Vélez va a investigar por qué sucedió esta negligencia para depurar responsabilidades y aclarar el hecho. El portavoz socialista, Juan Carlos Márquez (foto inferior segunda a la izquierda junto al actual alcalde), ha informado que el equipo de gobierno ha requerido de la Policía Local que informe de las circunstancias del accidente y que resuelva la incógnita de por qué no se le sometió al anterior alcalde a las pruebas de alcoholemia tal y como la legislación obliga. 

Obligación legal de pasar el control
El portavoz socialista en rueda de prensa ha subrayado que el Código de Circulación recoge que todas las personas implicadas en un accidente deben pasar un control de alcoholemia. Márquez ha enfatizado en rueda de prensa que la investigación busca "comprobar que no ha habido ningún trato preferencial hacia nadie por ser concejal porque queremos que la legalidad se cumpla por igual para todos los ciudadanos de Vélez-Málaga, y la condición de edil no puede evitar que estemos sometidos al Ministerio de la Ley".

Respuesta de Bonilla
La respuesta del ex alcalde y actualmente diputado provincial ha consistido en mantener que circulaba hacia su domicilio cuando sufrió el accidente destacando que la Policía de Vélez vino tras una llamada suya. Él mismo ha reconocido que al otro conductor accidentado sí se le hizo el control de alcoholemia mientras a él no. "Si me lo hubiese pedido la habría hecho, porque no tengo nada que ocultar". Bonilla tiene su propia interpretación creyendo que no es nada "casual" que se publique ahora el suceso coincidiendo día que la Policía Local "se manifiesta por sus derechos laborales" y lo residencia en el hecho de que se pretende "hacer daño a su imagen y la de la propia policía local". 

"A algunos les habría gustado que estuviese en el hospital"
"Delgado Bonilla mantiene que el equipo de gobierno insinúa que él se hallaba en una situación "no conforme para la conducción". Ha desmentido que fuera copas y se declara "víctima de una maniobra de otros tiempos". "La Policía hizo su trabajo como en cualquier otro accidente, en el que gracias a Dios, pude frenar a tiempo, porque si no, no estaría aquí, sino en el hospital, que es lo que a algunos les habría gustado".

Un exalcalde polémico
Antes de ser desocupado de la alcaldía de uno de los municipios más importantes de la provincia por un pacto de progreso que aupó al socialista Antonio Moreno Ferrer a la alcaldía de la capital de la Axarquía, Bonilla generó distintas polémicas recogidas por este medio. Con unas declaraciones dignas de un cacique del patrimonio municipal afirmó siendo alcalde que se estaba planteando "vender su vehículo particular" ya que utilizaba a diario y tenía "a su disposición" el coche oficial del Ayuntamiento. Mientras decía eso dejaba a los ciudadanos de Vélez en precaria movilidad al clausurar el tranvía, un gran proyecto que ahora los socialistas intentan rehabilitar. En otra ocasión fue denunciado ante Fiscalía por presunta prevaricación, cohecho y tráfico de influencias al conocerse que celebraba cenas para 200 personas en un restaurante de un concejal del equipo de Gobierno.