Nuevo cruce de espadas dialécticas en el Parlamento de Andalucía entre Teresa Rodríguez, líder de Podemos, y la presidenta socialista de la Comunidad, Susana Díaz. Ante una interpelación de Teresa Rodríguez en la que esta denunciaba la "derechización cabalgante" de la Gestora del PSOE, la presidenta le repreguntaba a Rodríguez si creía "que es muy de izquierdas ir de la mano del PP en el Parlamento sólo por atacar al PSOE y a la Junta. ¿Eso sí es muy de izquierdas? Venga ya".

Rodríguez afeó a Susana Díaz que el PSOE no apoyase la proposición de ley que Unidos Podemos planteó en febrero en el Congreso de los Diputados para derogar la Ley Montoro, en alusión a la Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. Esa ley supone "una asfixia durísima en términos financieros para los ayuntamientos y una limitación gravísima de sus competencias; tuvimos la oportunidad de derogarla, pero el PSOE se negó a hacerlo", le reprochó la líder de Podemos.

El juego del escondite

“A ver si ésta va a ser la legislatura del abstencionazo, y los socialistas se van a abstener en todo para no comprometerse con cambios reales", le ha espetado Rodríguez a la presidenta.

Susana Díaz le ha recordado que Andalucía fue "la primera comunidad autónoma que recurrió la reforma al Tribunal Constitucional", y además puso en marcha "un decreto para paliar" los efectos de dicha normativa. "Comprometerse –remataba la presidenta– no es jugar al escondite con los ayuntamientos, como en las elecciones municipales de 2015, cuando desde Podemos soñaban con el 'sorpasso' y jugaron al despiste en los ayuntamientos no presentándose directamente” en candidaturas moradas.

Inmovilistas y pelotas

En su turno en la sesión de control, el presidente del PP-A ha cuestionado la capacidad de la presidenta para hacer autocrítica sobre su gestión al frente de Andalucía y ha asegurado que "es el ejemplo vivo del inmovilismo, además del paradigma del conservadurismo".

En respuesta, la presidenta le ha reclamado que además de "pelotear" a Mariano Rajoy, se comprometa con esta comunidad y exija ante el Ejecutivo de la nación que cumpla con las reivindicaciones andaluzas.