"Ten cuidado con la moto por Recogidas no vaya atravesarse un coche en tu camino". La frase parece sacada de una película de cine negro, pero es real como la vida misma. Son los términos exactos en que asegura haber sido amenazado el concejal del PP de Granada Juan García Montero, tras hacer públicos sus planes de disputarle la presidencia provincial del partido a Sebastián Pérez.

La revelación la ha hecho hoy en rueda de prensa García Montero, que ha apuntado directamente a la dirección provincial como el origen de las amenazas, exculpando en todo momento a la dirección regional del partido.

Enemigo Torres

La figura de Sebastián Pérez es muy discutida en ciertos sectores del partido, que celebrará su congreso en el mes de mayo o a primeros de junio. Su mayor enemigo interno era el anterior alcalde, José Torres Hurtado, que tuvo que dimitir tras ser investigado en la operación Nazarí de corrupción urbanística, pero en su caída arrastró consigo a Pérez, que ocupaba plaza de concejal del grupo popular y aspiraba a sustituir a Torres en la Alcaldía.

De hecho, Torres entendió que la ‘mano negra’ que intrigó contra él para obligarle a dimitir era la de Sebastián Torres y de ahí que el exalcalde pusiera como condición para dimitir que Pérez también lo hiciera. La dirección regional del PP aceptó la salida propuesta por Torres.

Un congreso de los militantes

Juan García Montero, hermano del poeta Luis García Montero y amigo de Torres Hurtado, defiende que Pérez tiene que dejar de una vez la presidencia del partido y dedicarse “a su tarea de senador del Reino, que para eso cobra un buen sueldo".

El concejal crítico aboga por un congreso  “democrático y abierto, con todos los militantes que quieran participar como electores". Si no se hiciera así, Sebastián Pérez "estaría demostrando que le da miedo que participe la inmensa mayoría de los militantes".

Una condena

El historial político de Pérez no es del todo intachable. En mayo de 2015 el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía condenó a Pérez, entonces presidente de la Diputación, por “desviación de poder”, al maniobrar para que el actual secretario de la institución no ganara la oposición que le facultaba como tal. La Sala de lo Contencioso del Alto Tribunal entendió que Sebastián Pérez, actuó con un claro ánimo de perjudicar al alto funcionario