Los sindicatos han destacado que a pesar de que la temporada se ha alargado, los contratos de trabajo se han acortado

Las celebraciones en Balears por las buenas temporadas turísticas - recientes y, previsiblemente futuras - tienen un cuarto oscuro en el sótano. Allí se encuentran las 25.000 familias en desempleo y sin ninguna prestación, cifras de registro oficial que, como es lógico, la realidad se encarga de aumentar. En ese cuarto oscuro solo llegan ecos de la música del baile de las plantas superiores.

Los sindicatos han destacado que a pesar de que la temporada se ha alargado, los contratos de trabajo se han acortado. Es el modus operandi de gran parte del empresariado del sector, que se sabe de carrerilla el articulado de la Reforma Laboral del PP. De ahí los miles de familias sin ningún tipo de ayuda desde que les cierran la puerta del trabajo hasta que se la vuelvan a abrir, allá por el mes de abril. No han acumulado los necesarios meses de trabajo para cobrar prestación.

Como siempre, los beneficios se reparten de arriba abajo y disminuyen a medida que descienden, de modo que la desigualdad es todavía mayor. Nunca fue tan verdad que un país de ricos no es un país rico. Una encuesta de la Fundación Gadeso señala que por cada 100 € que gastarán las clases pudientes en las fiestas de Navidad, las más necesitadas solo gastarán 14 €. Como es lógico siempre que se habla de estadística, algunos gastarán todavía menos.

Si eso ocurre en tiempos de bonanza económica no quiero ni pensar qué ocurrirá cuando vuelvan los nubarrones.