Tomás Media, presidente del Partido Popular de la pequeña localidad ciudadrealeña de Puebla de Príncipe (750 habitantes), es el nombre del militante que se enfrentará a la diputada por Toledo, presidenta del PP de Castilla-La Mancha y secretaria general de la formación conservadora, María Dolores de Cospedal, en el congreso que el PP celebrará el próximo día 18 en Cuenca para elegir a su nueva ejecutiva regional.

Un cónclave en el que, contra todas las voces, salvo la de sus “palmeros”, la también ministra de Defensa pretende volver a presidir en una flagrante vulneración de los estatutos de la formación genovesa que prohíben taxativamente la acumulación de cargos, salvo con su “número dos”, proclamada por el flamante coordinador “popular”, Fernando Martínez-Maíllo, de “interés general”, declaraciones realizadas a la Ser y recogidas por nuestra redacción.

Más de 90 avales contra Cospedal

La noticia de que Cospedal tenga rival en su propia tierra trasciende a ámbitos nacionales ya que pocos barones (salvo la posibilidad de un segundo candidato en Madrid) son contestados con tanta rotundidad como lo está siendo la secretaria general en Castilla-La Mancha. Allí, sus huestes presumían de tener un partido unido bajo la gran lideresa, cuyas palabras de presentación de su candidatura fueron acompañadas “con lágrimas como puños, que caían por los ojos de una mujer irrepetible”, dijo en “estado de trance” la  servil portavoz castellano-manchega del PP, Carmen Riolobos, que a estas horas a buen seguro se está “rasgando las vestiduras y derramando lágrimas como puños, al saber que Tomás Medina tiene ya más de 90 avales exigidos por los estatutos del partido, que estos sí se deben cumplir, no así los que hacen la vista gorda con el pluriempleo de Dolores”, reconocen a ELPLURAL.COM fuentes críticas del PP. Las mismas que nos adelantaron en exclusiva el pasado 16 de febrero el nacimiento de una plataforma contra el despotismo auspiciado por la ministra de Defensa.

“Descontento de la militancia”

El propio candidato, Tomás Medina, ha renocido a los micrófonos de Radio Azul que la decisión de presentar su candidatura está motivada por “el descontento de la mayoria de la militancia de base del PP”, ya que los afiliados entienden que “los castellano-manchegos nos merecemos un presidente a tiempo completo” y porque “debe haber una alternativa que enriquezca al partido”. Razones que, según otras fuentes populares, han puesto de los “nervios a Vicente Tirado, que curiosamente no asistió a la presentación de la candidatura de Cospedal el pasado martes en el Parador de Toledo”. Quien sí parece respirar con cierta tranquilidad es el “pobre” presidente de la Diputación y del PP de Cuenca, Benjamín Prieto, provincia donde creció el descontento y desde donde partió la conocida por toda España “enmienda anti-Cospedal”.

Presiones desde la dirección del PP

El contricante de Cospedal también ha confirmado a la misma cadena de radio la existencia de presiones por parte de algunos cargos del aparato del partido, que “están presionando a los afiliados para que no avalen ninguna candidatura que no sea la de Cospedal, e incluso prohibiéndolo”. En parecidos términos se expresa el concejal de San Clemente y autor de la enmienda, Francisco Risueño, que ha pedido que puedan votar todos los afiliados del partido, al tiempo que ha exigido “libertad en los congresos para que dejen de ser congresos de palmeros”.

Risueño reconoce que los movimientos alternativos se están dando en todas las provincias, pero denuncia “presiones del aparato del partido”. Por eso pide que Cospedal, como precandidata, no use los medios del partido, cuya candidatura era para este crítico “un secreto a voces” y su anuncio una “escenificación”. El también abogado sanclementino asegura que el déficit del Partido Popular es el sector joven, entre 18 y 30 años. De ahí que considere que Cospedal debería tener al expresidente popular extremeño, José Antonio Monago, como espejo donde mirarse. En concreto, dice que debería “estar en Castilla-La Mancha, de pueblo en pueblo, intentando recuperar la Junta” pero “si prefiere irse a Bruselas o la OTAN, creo como afiliado del PP que no hace lo correcto”.

“El pucherazo del siglo”

Sobre la defensa de su enmienda y votación ha hablado de “el pucherazo del siglo”. Insiste en que en la Caja Mágica “no había 700 personas porque hasta las últimas filas estaban hasta reventar”. Ha denunciado que “a ojo de la Mesa” la enmienda quedara rechazada, argumentando que “si eso lo dicen en Venezuela o en Cuba, bien lo criticamos los que somos del Partido Popular”. A falta de imágenes, según Risueño la inmensa mayoría de los compromisarios de Castilla-La Mancha votó en contra porque el secretario general del PP regional, Vicente Tirado, “estaba como el director de una banda de música, tomando nota de quién se levantaba y quien no”. Risueño  no ha recibido respuesta a su burofax, tampoco la espera según ha dicho.

Las huestes de Cospedal niegan la mayor

El autor de la enmienda “anti-Cospedal” ha pedido a la dirección del partido que en el congreso regional que se celebra el 18 de marzo “puedan votar la totalidad de los afiliados, no solo los que están al corriente de pago”, ya que de aplicar esta norma “se quedarían fuera el 80 por ciento de los militantes”, según Tomás Media. Por su parte, la dirección regional presidida por Cospedal niega que haya habido presiones por parte de algunos de sus miembros, si bien reconocen no poder controlar “las formas que algún alcalde o militante pueda adoptar y que no pueden ser supervisadas por la dirección regional”. Lo que sí hacen, siempre que se le pone un micro, es criticar a los militantes que se atreven a cuestionar el liderazgo de Cospedal, asegurando que se trata de “cuatro personas que están enfadadas porque no tienen ningún cargo institucional”. Bueno, ya no son cuatro, ahora se cuentan por cientos, como recogen los avales.