La posición del Gobierno está clara: no hay negociación posible en la que se hable de celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Diálogo sí, pero nada de referéndums. Esta es la posición del Gobierno frente a la que partidos como la CUP han decidido luchar. Por ello, parte de sus juventudes, unos 40 miembros de la plataforma Arran, han ocupado este lunes la sede del Partido Popular de Barcelona.

Así, con pancartas y bajo el grito "referéndum sí o sí" han entrado en el local de la calle Comte d'Urgell para ocuparlo, un acto que han definido como el pistoletazo de salida de una serie de campañas que buscaran un único objetivo: que el referéndum independentista en Cataluña sea una realidad.

Pero los jóvenes de Arran no han estado solos pues, hasta las puertas de la sede del PP, se han desplazado la portavoz de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel, y David Fernàndez.

Organizarse para la victoria

Con su lema: "La organización es la clave de la victoria", han empapelado la sede del PP y lo han llenado de uno de los símbolos del camino a la independencia, las ya famosas urnas de cartón que se usaron en la consulta del 9N, la misma por la ahora han sido condenados el expresidente Artur Mas, a dos años de inhabilitación, y a Francesc Homs, a nueve años. 

Recordando las palabras del PP y del Gobierno de Mariano Rajoy, que se niegan a negociar un posible referéndum, los miembros de Arran han asegurado que “no necesitarán el permiso del PP" para hacer el referéndum y que "la autodeterminación no se negocia". 

Por ello, exigen a JxSí que convoque lo antes posible el referéndum, que ponga "una fecha” y una “pregunta concreta" para comenzar con el proceso.

Para el PP, son “unos bandoleros”

Finalmente, la ocupación se ha quedado en un acto simbólico. Con la llegada de los Mossos, se han retirado las urnas de cartón y se ha desalojado a los activistas.

La ocupación ha llegado en plena reunión del Comité de Dirección, presidido por Mariano Rajoy, en la sede de Génova. Por ello, Fernando Martínez-Maíllo ha reaccionado al terminar está reunión diciendo que espera que llegue cierto a poyo a su partido desde la oposición; o lo que es lo mismo, quieren una "respuesta política" y que “la Justicia actúe".

Considerando “lamentable” que las juventudes de la CUP ocupen una de sus sedes y "se comporten como auténticos bandoleros", Maíllo ha asegurado que "el PP no se va a amedrentar".

Y estos no han sido los únicos adjetivos que ha utilizado para definir a la CUP: "extremista", "radical", “salvajada” … todo para asegurar que el PP va a continuar trabajando con "más fuerza" en Cataluña con García Albiol a la cabeza.

"La CUP y la diputada Anna Gabriel son unos fascistas que representan lo peor y más despreciable de la sociedad catalana", ha dicho García Albiol. “Ya pueden amenazarnos las veces que quieran".