El final de cada año llega marcado por lo que va a ocurrir en el mundo un segundo después de que se dé la bienvenida al nuevo ejercicio. Este 2017, por ejemplo, el planeta está en vilo por lo que pueda suceder con Donald Trump y su particular visión de la política internacional (y nacional de EEUU, pero esto ya es cosa de sus compatriotas).

Sin embargo, en España, la noticia se produce unos minutos antes de que la bola del reloj que marca el adiós y el hola al ejercicio en curso y se mantiene durante los días siguientes. Es la particular guerra de las audiencias, de los programas con los que las distintas cadenas deleitan a los telespectadores para dar las campanadas desde la Puerta del Sol de Madrid. 

Lejos queda aquella pareja tradicional ya con capa incluida formada por Anne Igartiburu y Ramón García. Todos los moldes se ha quedado atrás con quien se lleva todas las miradas, elogios y reproches: Cristina Pedroche

En realidad, todos esos comentarios se lo reparten la popular presentadora y su vestido, convertido ya en cuasi cuestión de Estado. Lo hacen bien en Antena 3 que, incluso anoche jugaron con lo más esperado, escondiéndolo con un abrigo del estilo de su acompañante (Chicote). Y claro, cuando la popular presentadora lo mostró, las redes sociales empezaron a echar humo; eso sí, en esta ocasión a Pedroche le salió una contrincante: Lara Álvarez.

Es la incógnita, el factor sorpresa que cada año nos deparan las televisiones y que, aunque a los más retrógrados les cueste digerir, resta algo de naftalina a una costumbre, la de ver la televisión el último día del año para tomar las uvas, que cada vez recuerda (recordaba) más a épocas pasadas.