Carlos Herrera ha tachado esta mañana en la COPE de “basura humana” y “miserable” al actor Willy Toledo por justificar la paliza a una joven en Murcia. A nosotros también nos parecen inaceptables los argumentos del polémico actor, pero nos llaman la atención las soflamas del presentador estrella de los obispos contra este personaje que perdió los papeles hace tiempo mientras la ríe las gracias a Salvador Sostres, que llegó a disculpar de forma indignante un asesinato machista:

“Un chico normal de 21 años que está enamorado de su novia embarazada es normal que pierda el corazón y la cabeza de vista, si un día llega a casa y su chica le dice que le va a dejar y que, además, el bebé que espera no es suyo”.

Lo publicó en abril de 2011 en el El Mundo y, ante el aluvión de críticas, Pedro J. Ramírez, entonces director, retiró el artículo.

La única diferencia entre ambos es que Toledo es un ultra de izquierdas y Sostres de derechas. Este mismo miércoles provocaba la carcajada de Herrera asegurando que es muy de derechas porque en su casa “siempre” han sido “muy limpios”. “Colegios de pago y grandes duchas”, es la filosofía en la que le ha educado su familia. Para rematar el despropósito ha asegurado que “la derecha es consecuencia de la higiene íntima”.

Previamente, Sostres se había felicitado de la llegada de un hombre como Trump a la Casa Blanca. Sólo los “necios y gandules” se pueden asustar de ello, ha añadido aplaudiendo que acabe con el programa de Obama para dar atención sanitaria a los más desfavorecidos y con la falacia de la lucha contra el cambio climático. Todo ello lo dice en la cadena de los obispos y en contra, por cierto, del mensaje del propio Papa. No parece preocupar en la cadena episcopal este doble rasero entre su ideario católico y lo que dicen en sus micrófonos.

Sostres también utilizó la COPE para defender a Antonio Burgos, quien en pleno duelo por la muerte de Bimba Bosé, recriminó a su tío, Miguel Bosé, que le deseara buen viaje. “Buen viaje ¿dónde? Vaya con el laicismo de la moda del dónde quiera que esté”, publicó en su cuenta de Twitter. En opinión de Sostres, “no es una respuesta ofensiva, ni desconsiderada, ni hiriente con la fallecida ni con sus familiares. Es una respuesta justa, razonable y educada a esta tendencia”.