El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla protagonizó el último programa 'Mi casa es la tuya', que presenta Bertín Osborne en Telecinco. Entre otras cosas, relató el día en que estuvo a punto de dimitir tras sus críticas al menú de la boda de los actuales reyes Felipe y Letizia. "La única vez que tuve redactada la dimisión fue por la famosa boda de los Reyes a la que fui invitado", confesó. "Acostumbrado a las bodas de Cantabria, pensaba que en una boda de tanto troneo iba a ser fuerte".

Comentó en una cadena regional, Canal 8, su decepción por el menú de la boda real y acabó en todos los periódicos. Recuerda cómo contó que "el primer plato era crep de crua a las finas hierbas. Y el segundo plato, ponía pularda en salsa, que es pechuga de pollo. Esto lo vio todo el mundo, el primer plato era una tartaleta [gesto de pequeña] y dentro estaba el cri, el crua y las finas hierbas". En Crónicas Marcianas, el late night presentado por Xavier Sardá, intentaron reproducir el audio y ante la negativa de la cadena, ofrecieron 1 millón de pesetas a cambio de que alguien les hiciera llegar una grabación. "Entraron a saco a por mí", recuerda. "Sólo uno tuvo piedad, Boris Izaguirre", dice.

A la semana siguiente tuvo que comer con los reyes Juan Carlos y Sofía. Asegura que pasó hora y media sin abrir la boca para no meter la pata. Rompió el fuego Zapatero, con el chascarrillo de que podía haber llevado unas anchoas. El moncarca intervino entonces para preguntar qué puntuación le daba al menú de ese día. "Un 10 majestad, de ahora en adelante, siempre 10. Con eso arreglé el tema", dijo. Pasado el tiempo, en otro encuentro con el rey, recibió un jocoso respaldo: "Me puso la mano por detrás y me dijo al oído 'qué razón tenías Revilla, qué mal nos dieron de comer".