La empresa automovilística Seat consiguió en 2016 el mejor resultado financiero de su historia al cerrar con un beneficio después de impuestos de 903 millones. Sin embargo, este beneficio se ve reducido en 232 millones al descontar el efecto por la venta de la filial VW Finance, que proporcionó una plusvalía de 671 millones. El presidente de la compañía, Luca de Meo expresó su satisfacción por este "logro extraordinario", que iguala prácticamente los resultados obtenidos en 2001 (233 millones).

"Seat se ha convertido en una compañía sólida que ha pasado claramente de una fase de recuperación a una de consolidación. Y ahora Seat se está preparando para el desarrollo y el crecimiento. Vamos a llevar a la marca a otro nivel", ha apostillado.

Es la primera vez que Seat,  filial del Grupo Volkswagen, sale de los números rojos antes de impuestos en la última década. El mayor volumen de ventas, un mix de productos más alto y la optimización de costes han hecho posibles estos resultados. El volumen de negocio alcanzó en 2016 los 8.597 millones, un 3,2 % más, y el beneficio operativo llegó a los 143 millones, siguiendo el plan contable español, diferente al que la matriz utiliza para presentar los números de sus filiales.

Seat culminará en 2017 la mayor ofensiva de productos con la comercialización del nuevo Ibiza y el lanzamiento del Arona, ambos producidos en Martorell, además del Ateca, que se estrenó en 2016, y del renovado León. Estos lanzamientos han llevado a la planta de Martorell a trabajar al 90 % de su capacidad, después de que la producción se haya incrementado un 50 % entre 2009 y 2016.

Más allá de 2017, De Meo ha confirmado que Seat lanzará en 2018 un vehículo de grandes dimensiones de la categoría de los SUV (todoterreno urbano), que se fabricará en la planta del grupo en Wolsfburgo (Alemania) aunque se diseñará en Martorell.