En estos momentos en los que todo se nubla y parece que nos va a caer encima la tormenta final, en que las puertas del purgatorio se abren a nuestros pies, cuando no podemos abrir más los ojos del estupor, incluso yo, agnóstica y casi del todo atea, tengo tentaciones de rezar para que aparezca alguien en forma de paloma o de lo que sea y se haga carne. Un mesías que reparta alguna que otra hostia redentora y ponga este país en orden. Yo no le pido que camine sobre las aguas, ni que multiplique el pan y los peces (que no estaría mal), ni siquiera que convierta el agua en vino. Yo lo que quiero es un poco de honradez, de coherencia, de sensatez, sensibilidad, educación, respeto, humanidad, sinceridad, valentía, entrega. Vaya, que lo que pido es un milagro y por eso me he puesto con ojos místicos a contemplar el panorama.

No soy yo de bodas en iglesias, como la de la hija de Aznar en El Escorial. No soy yo de darle medallas honoríficas a “santas vírgenes”, ni le pido a ningún ángel de la guarda que encuentre sitio para aparcar. Sin embargo resulta que este desgobierno que tenemos, más propio de un TBO que de un país digno, es muy dado a mezclar lo humano con lo divino; a destinar millonadas a la Iglesia católica, a dejar que los curas se metan en política y que la política se impregne de una moral puritana e hipócrita. Son los que ruegan a dios y nos dan a todos con el mazo. Son los que tienen después vínculos con el OPUS, y hacen donativos a Cáritas mientras toman decisiones que suponen recortar la sanidad pública cerrando plantas de hospitales y amontonando a la gente en listas de espera para acudir a que les atiendan en centros desbordados, desatendidos y con trabajadores maltratados. Son los que recortan en educación para que nuestros hijos se agolpen en barracones sin calefacción. Son los que aumentan los gastos en armamento mientras tienen casi dos millones de niños pasando hambre. Literalmente hambre. Son los que hacen reformas laborales para que un trece por ciento de la población no supere el umbral de la pobreza a pesar de trabajar. Esos son.

Los que ahora se sientan en el banquillo porque con el dinero que hemos pagado con el sudor de nuestra frente, restando de lo poco que tenemos lo mucho que aportamos para vivir en un lugar que dé cobertura a todos, se han gastado miles de euros en confeti, en coches de lujo, bolsos de lujo, comilonas, yates y putas. Con mi dinero y con el de usted. Sí, con el de los españolitos que ahorramos para comprarnos un capricho en año bisiesto, mientras nuestro vecino de al lado multiplica el vaso de leche por la mañana con agua del grifo.

Pero resulta que esta gentuza tiene ocho millones de votos. Y resulta que los “socialistas”, los que deberían representar al que agua la leche, al que no llega a fin de mes, al padre del niño que estudia en un barracón, a la madre del que no estrena nada desde hace tiempo, a la mujer embarazada que se ha quedado en la puñetera calle, van a apoyar a los otros para que sigan robándonos.

Ellos, tan puros y tan píos que además, son pecadores. Valga un breve repaso a los siete pecados capitales para ver que los cumplen todos. Holgadamente. Ya que parece que Nosotros, El Pueblo, no Podemos hacer nada para que se marchen, que venga dios y lo vea, a ver si de penitencia, alguien les manda al purgatorio de la oposición.

Aquí le dejo un recordatorio al que venga en forma de paloma, o de lo que sea, para que lo tenga en cuenta, pues parece que los votantes se han olvidado de estas perlas…

Lujuria: 'Habéis declarado muy bien, hay que celebrarlo con un volquete de putas'. Alejandro Halffter, viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, PP.

Gula: “Lo que quiero es una ciudad que sea hospitalaria para la gente. Lo que no quiero son las cutrerías que pretenden otros” (preguntada por la factura de 2.087,48 euros pagada con dinero público en un restaurante de Valencia) Rita Barberá (senadora del PP, exalcaldesa de Valencia por el PP, exdiputada de las Cortes Valencianas del PP)

Avaricia: “"Me he llevado de todo, dinero y caja y comisiones. El dinero es una droga. Me convertí en un yonki del dinero” Marcos Benavent, mano derecha de Alfonso Rus (expresidente del PP en Valencia, expresidente de la Diputación Provincial de Valencia, exalcalde del PP en Xátiva)

Pereza: “A nadie le apetecen los debates”. Mariano Rajoy (presidente del Gobierno en Funciones, presidente del PP, exministro del PP). Campaña electoral, mayo 2016

Ira: “Habría que matarlos. ¿Tú sabes por qué habría que poner pena de muerte? Me caen mal los arquitectos porque sus crímenes perduran más allá de su propia vida” Esperanza Aguirre (portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, expresidenta de la Comunidad de Madrid por el PP, exministra del PP)

Soberbia: “¡Que se jodan! (los parados)”. Andrea Fabra, exsenadora del PP, exdiputada del PP. En este pecado se agolpaban las declaraciones, como las del expresidente Aznar… le pongo esta al mesías por todo lo que implica.

Envidia:"Yo creo que nosotros hemos tenido la inmensa suerte de poder darle un puesto a IU quitándoselo al ''hijoputa''. Esperanza Aguirre, refiriéndose, según ella, a uno de sus consejeros en el Gobierno de la Comunidad de Madrid.