En el PSOE, que va subiendo en las encuestas como no podría ser de otra forma, rebrota un cierto optimismo -tampoco desatado- y una cierta esperanza de volver a situarse como alternativa clara al centro derecha que encarna el gobierno Rajoy.

Aquel dramático 1 de octubre, venteado “urbi et orbi” por algún medio de comunicación catódico y fáctico teóricamente situado en la izquierda, va quedando para los anaqueles. Veo a diario a los principales dirigentes de la socialdemocracia situados justamente en la SOCIALDEMOCRACIA y cogiendo seguridad y peso. Otra cosa sea que como decía Alfonso Guerra en sus buenos tiempos el Partido Socialista convive en su seno con un alto componente ácrata.

En términos generales casi nadie pone peros al trabajo de la Gestora presidida por un hombre justo y cabal como Javier Fernández que si no fuera por las circunstancias que le persiguen personalmente podría ser la solución, al menos, a tiempo determinado.

Sánchez

Sin embargo, observo y por lo tanto tengo que escribirlo, una cierta incertidumbre en la línea oficial de Ferraz, ante la posibilidad más que cierta de que el ex secretario general, del que incluso el Grand Wyoming hace chacota, presente sus avales para el retorno a la Secretaria General socialista.

Al parecer y aunque muchos de los cuadros que le juraron amor eterno le abandonan como un mal desodorante Pedro Sánchez contaría con muchos fervores dentro de la militancia, básicamente por el coraje que les produjo la forma y manera como fue arrojado por la ventana de la calle Ferraz.

Escrito lo anterior, lo básico es sustanciar que al día de hoy las apuestas y los números están claramente inclinadas a favor de Susana Díaz que en determinados aspectos se muestra como una líder política formidable.

Lo de JCD

Un hecho relevante ha sido en días pasados la oferta y la aceptación por parte del economista José Carlos Díez, palentino por más señas, para hacerse cargo de la Ponencia Económica que el PSOE llevará a su próximo Congreso. No es un asunto en absoluto baladí.

Significa ello que la Gestora y quién la sustenta está claramente por apostar por una línea socialdemócrata pese a todos los pesares.

Creo, sinceramente, que han acertado. Y que Díez también. Porque conlleva en su seno una extraordinaria vocación política que unida a su capacidad para transmitir puede aportar mucho al secarral existente en España en esta materia.

Realismo, conocimiento, estudio, modestia y humildad. Son los mejores ingredientes para cantar la traviata en unas circunstancias que no son precisamente el mejor escenario para la lírica.