Nido de judías verdes con arroz blanco y huevo escalfado.

¿Con qué?

Medio kilo de judías verdes finas –redondas no planas- 200 gramos de arroz, un huevo por cada comensal, tres tomates grandes maduros, una cebolleta, vinagre, sal, azúcar negro y aceite de oliva virgen.

¿Cómo?

Se cuecen las judías, limpias y enteras, en una cazuela con bastante agua que aprovecharemos para el arroz y escalfar los huevos. Reservamos. En una sartén vertemos una cucharada de aceite y rehogamos la cebolleta muy picada, pelamos y cortamos los tomates, sin pepitas, en dados y los echamos con la cebolla y dejamos que se hagan durante diez minutos, salamos y pellizcamos de azúcar para evitar la acidez. En un recipiente bajo, vertemos una cucharada de aceite y los doscientos gramos de arroz, rehogamos un poco –tres minutos- y echamos agua de cocer las judías –siempre, por lo menos, dos medidas de agua por una de arroz- y dejamos que se haga durante veinte minutos. Entretanto, rociamos unas gotas de vinagre en el agua donde hemos cocido las judías verdes y cuando esté hirviendo la retiramos del fuego para hacer los huevos escalfados: ponemos el huevo en un cazo y lo metemos en el agua hirviendo despacio, cuando empiece a cuajar la clara damos un golpe de muñeca y lo soltamos, tres minutos y lo sacamos con una espumadera, lo introducimos unos segundos en agua muy fría para parar el cuajo de la yema. También se pueden hacer en plástico de cocinar, pero es más engorroso. El plato se monta con las judías haciendo de canastilla, el arroz blanco en medio y el huevo escalfado. En el centro de la mesa la salsa de tomate.

Calamares encebollados con puré de patatas.

¿Con qué?

Un kilo de anillas de calamar peladas y limpias, una cebolla, sal, pimienta, un diente de ajo, perejil, aceite de oliva virgen, una copa de vino blanco, un pellizco de pimentón y una tostada grande de pan frito. Seis patatas medianas, cuarto de litro de leche, margarina y sal.

¿Cómo?

En una cazuela baja vertemos tres cucharadas de aceite de oliva, pelamos las dos cebollas y las rehogamos a fuego bajo partidas en juliana –tiras- cuando están muy melosas añadimos los calamares cortados en tiras, subimos un poco el fuego y dejamos que cuezan durante diez minutos. Al empezar a evaporarse el líquido que desprenden los calamares, echamos media copa de vino y un poco de perejil. Entretanto, en una sartén vertemos unas gotas de aceite, el diente de ajo y freímos el pan, echamos el resto del vino, un pellizco de pimentón, lo majamos todo y lo añadimos a los calamares dejándolos cocer cinco minutos más. El puré de patatas tiene dos formas: hay marcas que lo venden preparado y sólo hay que añadir agua, leche y margarina o mantequilla, siguiendo las instrucciones del fabricante. Es aceptable y te saca de un apuro. La otra forma es cocer las patatas peladas y partidas en agua y sal. Cuando están cocidas se escurre el agua y se les echa la leche caliente y un par de cucharadas de margarina. Se puede hacer el puré modelo artesano con un tenedor o con una batidora. Se sirven los calamares acompañados del puré o, si se quiere -y vamos de nidos- los calamares dentro de un nido de puré. 

Mandarinas y naranja en jugo de granada, pelamos las mandarinas y las naranjas y cortamos sus gajos por la mitad y añadimos jugo de granada que podemos exprimir y colar.