Poca gente sabe que está ahí, pero debajo de una granja de cerdos en la localidad de Lety, en la República Checa, al suroeste de Praga, se encuentra uno de los mayores campos de concentración nazi para gitanos.

A pesar de las promesas planteadas en repetidas ocasiones, a lo largo de los pasados 20 años ninguno de los gobiernos checos se ha decidido a acabar con este agravio a una de las comunidades más castigadas por la limpieza racial llevada a cabo por el régimen de Adolf Hitler.

Parece que, por fin, el Gobierno de Miloš Zeman se ha decidido a trasladar la granja y convertir en lugar en un sitio de recuerdo. Según ha recogido Radio Praga, el Ejecutivo checo aprobó este lunes un plan para la eliminación de la granja de cerdos, aunque sin aclarar el cómo y el cuándo.

(El gobierno aprobó la propuesta de concluir la operación de la granja de cerdos cerca del monumento de Lety)

Por su parte, el portavoz del Gobierno, Martin Ayrer, también informó de esta decisión del Ejecutivo a través de su cuenta de Twitter, y el ministro de Cultura, Daniel Herman, ha declarado que sería el encargado de realizar una “evaluación de la granja de cerdos para que tengamos una suma sobre la que podemos hablar con” los dueños, según recoge el Prague Daily Monitor.

Antecedentes

Hace un año, la vicepresidenta del Senado, Miluše Horská, recalcó que se estaba considerando el traslado de la granja como la mejor salida, pero que para ello se requieren 11 millones de euros que hay que reservar del presupuesto nacional, lo que no es tan fácil.

“Espero que ese dinero se logre reunir y que la granja porcina desaparezca de este lugar”, afirmó Horská, recalcando que los terrenos cerca de Lety, donde durante la Segunda Guerra Mundial, entre agosto de 1942 y agosto de 1943 existió un campo de concentración para gitanos, debería ser un lugar de encuentros y recuerdos, así como de advertencia de lo que fue el Holocausto. El criadero de cerdos, según reconoció Horská, afecta la dignidad del lugar.

También el ministro para los Derechos Humanos checo, Jiří Dienstbier, habló sobre la más que desafortunada localización de la granja, señalando que se solucionará el problema antes de 2020. “Para las personas cuyos familiares fueron torturados en el campo de concentración de Lety e incluso murieron allí, este lugar guarda muchos recuerdos. Haremos lo posible para que en Lety se honre debidamente a las víctimas gitanas del Holocausto. En semejantes sitios no debería existir este tipo de actividades agropecuarias”, afirmó Dienstbier.

El campo de Lety

Durante la Segunda Guerra Mundial, en agosto de 1940 fue creado en Lety, cerca de la ciudad de Písek, un campo de trabajos forzados, que los nazis transformaron posteriormente en un campo de concentración para gitanos. Entre el 1 de agosto de 1942 y el 8 de agosto de 1943 cuando el campo fue cerrado, fueron internados en él más de 1.300 gitanos, hombres, mujeres y niños. Más de 320 gitanos fallecieron en el lugar y otros más de 500 fueron trasladados al campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia. Durante la Segunda Guerra Mundial los nazis asesinaron al 90% de los gitanos checos, según datos oficiales.