Es una de las nuevas estrellas en ciernes del panorama ‘monclovita’, tras la ratificación en su cargo de ministro y su estreno como portavoz del Gobierno. Este domingo, como marcan los trámites ‘marianistas’ tenía que pasar por el ABC de Vocento que dirige Bieito Rubido para estrenarse de manera personal ante los medios.

En una entrevista extensa y amable, Íñigo Méndez de Vigo repasa la actualidad, no dejando de lado casi ninguna materia, aunque mucho de lo que responde el ministro no deja de ser lo conocido por todo el mundo.

No obstante, tres asuntos copan el interés por lo que dice el titular de Educación.

La Lomce, se mira pero no se toca

El primero tiene que ver con la Lomce. Claro y tajante… hasta que dulcifica su respuesta Méndez de Vigo, quizás al darse cuenta de que el rodillo se acabó. Sobre la ley Wert asegura que “digo con claridad que esa ley no se puede derogar”, para a continuación explicar que esto es porque “sería mandar al limbo a ocho millones doscientos mil niños y niñas y causaría el desconcierto más absoluto en 780.000 docentes”.

Insiste en que “no lo vamos a hacer” -derogar la ley- aunque abre las puertas a algo desconocido para el PP: la negociación. Sin embargo, tras su explicación parece que el Gobierno Rajoy, quien anunció el fin de la reválida durante el debate de investidura, sigue anclado en la improvisación o en no tener claro qué hacer.

Idoneidad de los candidatos

El ministro habla también de su ex compañero Fernández Díaz, asegurando que su no designación para el puesto previsto es “un caso claro de ruptura de acuerdos”. Lo más curioso de este tema es cuando afirma que “en los parlamentos que conozco, los grupos ponen a las personas que consideran oportuno”. La justificación llega a través de los “usos parlamentarios que, como letrado en Cortes, estudié que son fuente de derecho” para concluir que “si los grupos comienzan a preguntarse por la idoneidad de los candidatos, nos lo podemos preguntar todos...”. Sin comentarios.

¿Subirán los impuestos?

El último de los asuntos abordados con cierto interés es el de los impuestos. El nuevo Gobierno de Rajoy, según a quién se pregunte, responde que sí o no a la subida impositiva. En esta ocasión a Méndez de Vigo le ha tocado, en primer lugar, echar balones fueras –“es prematuro”-; luego, en la misma frase, tirar de ideología –“el PP no tiene vocación de subir impuestos”- para, por último, dejar entrever que sí habrá subida porque “hay que mantener el Estado del bienestar, que es un signo de identidad de Europa”, y que durante la legislatura 2011-2016 sufrió los mayores recortes de la historia, habría que añadir. Así que ya se sabe, ni sí, ni no, ni todo lo contrario…