Tras una campaña electoral plagada de ataques, Donald Trump se vistió de cordero en su discurso en el que celebraba su victoria frente a Hillary Clinton e hizo un llamamiento a la unidad. Entre eso y la imagen tranquilizadora que protagonizó junto a Barack Obama en su primer encuentro tras las elecciones del 8 de noviembre, todo parecía apuntar a que la transición podría ser más dulce de lo que cabría esperar. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Obama ha castrigado a Rusia por inmiscuirse en los comicios presidenciales, lo que no ha hecho demasiada gracia a Vladimir Putin, uno de los apoyos internacionales de Trump.

Durante el día de ayer conocimos que la Administración de Obama tomó la determinación de expulsar a 35 diplomáticos rusos – a quienes da 72 horas para abandonar el país con sus familias-, cerrar dos complejos propiedad de Moscú -uno en Maryland y otro en Nueva York- y sancionar a las principales agencias de inteligencia rusas (FBS y GRU). Un paquete de medidas fruto de la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses.

Obama anunció, además, que estas sanciones no serían las únicas, que habría más. Y como era de esperar, el castigo no ha caído en saco roto y la Administración de EE. UUU. Ha recibido una respuesta, vía Facebook.

A lo largo del día de hoy, según ha anunciado en un post de Facebook la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, Rusia anunciará sus contramedidas. "Habrá declaraciones oficiales, contramedidas y muchas cosas más". Asimismo, ha señalado directamente a Obama: "América y el pueblo estadounidense han sido humillados por su propio presidente. No por terroristas internacionales ni por tropas enemigas. Esta vez la bofetada a Washington se la ha propinado su propio señor", ha aseverado la diplomática rusa.

Zajárova ha tildado a la administración saliente de "grupo de fracasados en política exterior, enojados y poco inteligentes", que han propinado "un golpe destructor al prestigio y el liderazgo de Estados Unidos". "El espectáculo se ha acabado. Barack Obama y su iletrado equipo han revelado al mundo su principal secreto: la exclusividad enmascara la debilidad". Unos hechos que han sacudido Rusia, puesto que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que Putin no tendría prisa en adoptar contramedidas contra Washington.

La encrucijada de Trump: Putin o el Congreso

Este último episodio de Obama será uno de los primeros a los que tendrá que hacer frente Donald Trump, quien deberá decidir si se coloca del lado de su amigo Putin -quienes se han demostrado aprecio y consideración mutua en varias ocasiones- o respeta la decisión de Obama. En cualquier caso, una auténtica encrucijada: o se enfrenta a uno de sus apoyos internacionales o a los servicios de inteligencia estadounidenses, a gran parte del Congreso e incluso a miembros del propio partido republicano. Aunque no sería la primera vez. A partir del 20 de enero, cuando Trump aterrice oficialmente en el Despacho Oval, iremos conociendo el desenlace.