Una calle de Madrid con el nombre de Abogados de Atocha. Esa es la petición que acaba de presentarse en Change.org. La intención es que en el aniversario de aquella matanza escalofriante el Ayuntamiento apruebe esta solicitud y que en su nombre se reconozca a tantas personas que durante el final de la dictadura y la compleja transición dejaron la vida por la democracia.

“Aunque existe un monumento para ellos en la Plaza de Antón Martín, también murieron otros demócratas en las calles de Madrid, en defensa de la democracia y las libertades durante la transición. Bajo su nombre reconoceremos a todos esos luchadores y una calle de Madrid merece tenerlo”, afirma la petición de Change.org.

Fueron aniquilados

Y añaden: “Los abogados de Atocha, formaban un grupo de profesionales en defensa del potente movimiento ciudadano de aquella época y son también precursores de los ayuntamientos democráticos que hoy disfrutamos. Fueron aniquilados. Es lo mínimo que podemos pedir y obtener”. 

La matanza se produjo el 24 de enero de 1977. Han pasado 40 años. Eran las once de la noche y en Atocha,55 en el despacho de abogados que defendía a los obreros. Un grupo de extrema derecha irrumpió en un despacho de abogados laboralistas en el número 55 de la calle de Atocha y mató a tiros a Javier Sauquillo Pérez del Arco, Luis Javier Benavides Orgaz, Enrique Valdelvira Ibáñez y Serafín Holgado de Antonio, y al sindicalista Ángel Rodríguez Leal. Quedaron heridos de gravedad Dolores Gonzáles Ruiz, Luis Ramos Pardo y Alejando Ruiz-Huerta.

Fue una convulsión para la incipiente democracia española, un atentado que indicaba que los representantes del franquismo más visceral seguían resistiéndose a que la dictadura quedara atrás. Estos días se han celebrado diversos actos de recuerdo y homenaje.

El principio del fin del miedo

El Colegio de Abogados de Madrid descubría el pasado lunes una placa en su recuerdo La cofundadora del despacho, jueza y hoy alcaldesa de la Villa y Corte, Manuela Carmena, dijo en esa ocasión que Madrid pagó entonces con esas muertes una cuota para conseguir la libertad y la democracia

Se instituyó también en este acto el premio internacional Abogados de Atocha, cuya convocatoria todos los años servirá "para mantener vivo el recuerdo".

 Paquita Sauquillo, abogada y hermana de una de las víctimas, recuerda como además los abogados trabajaban por la ciudadanía a través de las Asociaciones de Vecinos. Y recordó el miedo que latía en la sociedad en aquella época de cambio histórico en que los grupos de ideología fascista mataban y el Gobierno tenía que bregar con una situación compleja en la que demasiados restos del franquismo estaban presentes. Sauqillo recordó que la muerte de los abogados de Atocha supuso que la sociedad los asumiera como sus propios muertos. Fue el inicio del final del temor.