Alberto López Viejo, la primera de las muchas ranas que le han salido a Esperanza Aguirre, ha pasado este miércoles por la Audiencia Nacional, en el marco del juicio Gürtel y ha negado toda evidencia. Y evidencias hay muchas en el escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción y los anexos con todas las comisiones del exconsejero, al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM.

Dicho escrito es directo desde su inicio: “Desde al menos el año 2002, entre los cargos públicos agasajados por el entorno de Francisco Correa con motivo de su intervención en la adjudicación de contratos públicos figuró el acusado Alberto López Viejo […] quien participó en irregulares adjudicaciones públicas aprovechándose de los distintos puestos administrativos que ocupó”.

Según López Viejo, “no cobró ni un euro” de Correa, pero la Fiscalía tiene pruebas de que sí. En concreto, 123 páginas, con cientos de tablas recogiendo el porcentaje de la comisión de cada contrato en el que participó.

Además, una de las mayores acusaciones, recogida en el escrito, es la de haber cobrado “una comisión de 682.197,99 euros” por la “adjudicación irregular” de un contrato de limpieza a SUFI S.A. “Comisión que en parte se ingresó en una cuenta abierta en la sucursal de Ginebra del Banco Mirabaud de la que era autorizada la acusada Teresa Gabarra Balsells, cónyuge de Alberto López Viejo”, señala.

Por si fuera poco, este control de Anticorrupción del dinero que recibía López Viejo, el documento incluye un repaso al dinero que se embolsó el exconsejero (cuyo sueldo anual no superaba los 80.000 euros).

En el año 2002, tuvo un incremento patrimonial de 2.309.179,74 euros, con lo que defraudó 1.105.089,94 euros. Al año siguiente, ganó 399.638,80 euros, y defraudó 181.693,03 euros. Pasando al año 2006, ganó 266.967,21 euros, defraudando 129.758,62 euros. Y en 2008, defraudó 516.740,43 euros, después de haber ganado 1.169.492,69 euros.