“¡Di-lo ya! Di-lo ya!”. Es lo que le pedían insistentemente los suyos. Y lo dijo: a las13:50 de la primaveral tarde de este 28 de enero, en Dos Hermanas y ante los cerca de 2.000 seguidores que abarrotaban las gradas al aire libre del Parque Tecnológico, Pedro Sánchez anunciaba: “Será un honor liderar vuestro proyecto colectivo”.

Sus seguidores respiraban por fin aliviados después de semanas de una incertidumbre agudizada días atrás cuando Patxi López se adelantaba a Sánchez y anunciaba su propia candidatura a las primarias que el Partido Socialista celebrará a finales de mayo para elegir secretario general.

El pedrismo despeja dudas

Inicialmente el acto estaba previsto en el salón de actos del Parque Tecnológico, pero la afluencia de público aconsejó a la organización el cambio de planes que posiblemente siempre tuvieron en mente, pues el lugar elegido se prestaba a ello. Una decena de autobuses –Lucena, Martos, Jerez, Campanillas, Chiclana, Badajoz…– y varios cientos de vehículos privados llenaban buena parte del espacioso aparcamiento del Parque. El pedrismo despejaba dudas. El acto había sido un éxito. No en vano, al frente de los organizadores estaba Francisco Toscano, el veterano alcalde socialista de Dos Hermanas, enfrentado desde hace años a la dirección andaluza y principal valedor de Sánchez en carrera para regresar a Ferraz.

Un puñado de fieles

A Pedro Sánchez no le han ido quedando demasiados fieles con relevancia orgánica o institucional, pero los que no se han marchado a las filas de Patxi López estaban allí: el diputado nacional y exalcalde de San Sebastián Odón Elorza; el líder de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias o la diputada por Asturias Adriana Lastra.

En todo caso, a los militantes que creen en Sánchez esa ausencia de pesos pesados del partido no parece preocuparles: tienen una fe ciega en que las urnas acabarán diciendo lo que ellos quieren que digan y que la salvación del Partido Socialista está en esa decisión.

Un momento embarazoso

El momento más embarazoso para muchos de los asistentes no estuvo protagonizado por Sánchez, sino por el alcalde de Dos Hermanas. Cuando, en su intervención como telonero, Toscano mencionó a Felipe González pudieron escucharse algunos gritos de ‘¡fuera, fuera’ y unos pocos insultos (‘el de la luz’), no mayoritarios pero perfectamente audibles.

Mucho han cambiado las cosas ya sea en el Partido Socialista, ya sea en Felipe González: hace unos años habría sido inimaginable oír, en el corazón mismo del socialismo andaluz, el más mínimo exabrupto sobre el primer presidente socialista de la democracia. ¿Acaso el PSOE ya no es el PSOE? ¿Acaso Felipe ya no es Felipe? Preguntas como estas laten silenciosamente bajo las encrespadas aguas del debate socialista.

Un pequeño susto

Aunque el mitin acabó algo abruptamente porque uno de los asistentes sufrió un desvanecimiento que creó cierto revuelo e interrumpió momentáneamente a Sánchez, el ya candidato socialista supo inyectar buenas dosis de optimismo a sus seguidores, a los que prometió “recuperar el PSOE para hacer de él un partido autónomo y de izquierdas y  donde la militancia tenga la voz que han pretendido quitarle”.

Es lo que, según les prometió, ocurrirá en la primarias de mayo, que calificó de “plebiscito”, aunque sin aclarar en qué bando situaba a su adversario Patxi López, si en el de quienes quieren como él “recuperar” el PSOE o en el de quienes se muestran complacientes con la derecha.

La ausente

Sánchez no citó en ningún momento a Susana Díaz, que a esa misma hora participaba en un acto del partido en Alcalá de los Gazules (Cádiz), pero gran parte de su discurso era implícitamente una crítica la presidenta andaluza.

La estaba citando cuando dijo que él siempre se mantuvo en el ‘no’ al PP; la estaba citando cuando dijo que él sí era claro en sus posiciones y decía lo que pensaba; la estaba citando cuando dijo de sí mismo que no era amigo de tacticismos ni de andarse con rodeos; y la estaba citando al referirse a quienes “creen saber más” que la militancia y quieren dirigir el partido a sus espaldas; la estaba citando cuando lanzó un guiño al PSC.

Visto lo visto este sábado en Dos Hermanas, hay partido. Al contrario de aquellas en las que venció Sánchez gracias en gran medida al voto andaluz inducido por Susana Díaz, esta vez las primarias serán de verdad y serán a cara de perro. Ahora solo falta que Díaz oficialice su candidatura.