El expresidente del PP de Chamberí y exedil del Ayuntamiento de Madrid, Luis Asúa, es ya el nuevo candidato a presidir el PP de Madrid tras presentar este miércoles en Génova "varios centenares de avales de valientes". Una candidatura con la que no busca su minuto de gloria, sino ganar a Cristina Cifuentes. Asúa, que reconoce "echar mucho de menos a Aguirre", asegura en esta entrevista concedida a ELPLURAL.COM que el “el PP de Madrid está agónico. En las últimas”. A buen seguro, sus declaraciones no gustarán en el aparato de Génova 13.

Se presenta a las primarias del PP madrileño, ¿lo hace para competir de verdad con Cristina Cifuentes o solo para tener su minuto de gloria?

¡Por Dios! Mis convicciones siempre están por delante. Esto es apasionante, pero también lo hemos pasado muy mal. Enfrentarse al aparato es muy duro y estoy asumiendo un riesgo muy importante. Tengo un enorme cariño por el PP y he hecho muchísimos amigos en el partido. No tengo ninguna vanidad y no busco ningún minuto de gloria. Antes decían que esto era  ‘puro teatro’ y ahora pasamos ‘al minuto de gloria’. Pero no hay nada de cierto. Me presento porque creo que se puede ganar.

Usted ha afirmado haber conseguido “90 avales valientes” para poder presentarse a presidir el PP de Madrid. De sus palabras se deduce que los miles de avales obtenidos por Cifuentes son ‘cobardes’.

No es que sean cobardes, es que a ella le han llevado los avales la gente que le ha tenido que firmar.

Desde el entorno de Cifuentes dicen que todo es una estrategia para amargarle un Congreso en el que pretendía ser elegida presidenta del PP madrileño por aclamación. ¿Qué hay de cierto en la afirmación?

Pues no me parece muy bien que el entorno del aparato diga que lo que les gusta en un 'congreso a la búlgara'. Creía que Cifuentes era una campeona de las primarias.

Dígame la verdad: ¿detrás de su candidatura está la mano Esperanza Aguirre?

No. Estoy con mi equipo. Somos gente muy veterana, que estábamos fuera de la política y que hemos vuelto porque el partido está en una situación desastrosa.

Al menos, ¿cree que Aguirre le votará, aunque sea en secreto?

No lo sé. El voto gracias a Dios es secreto y en sobre cerrado.

En cualquier caso, ¿echa mucho de menos a Aguirre en la presidencia de su partido en Madrid?

Sí. ¿Cómo no la voy a echar de menos? En su época las sedes estaban llenas. ¡Mira el partido que tenemos ahora! Es desolador. El partido está agónico. En las últimas. Nunca me podía imaginar que podríamos estar tan mal. Vamos a una primarias donde seguramente votará menos gente que avales ha conseguido Cristina Cifuentes.

Al margen de la presidenta de la agrupación de Vallecas, Eva Durán, ¿hay algún cargo más del PP madrileño que le haya mostrado su apoyo, o su candidatura sólo es apoyada por militantes de base?

Militantes de base. Yo dije desde el primer momento que no iba a pedir adhesiones porque sabía que era comprometer a la gente y ponerles en un brete. Quiero evitar una 'caza de brujas'.

Usted ha dicho que su competidora es “republicana y agnóstica” y la ubica ideológicamente en el “centro izquierda”. ¿Representa usted al ala dura del partido?

Ha sido ella quien se ha declarado así. Yo no soy ala dura, soy un liberal de talante. De ala dura no tengo nada. Soy un liberal bastante tolerante.

Supongo que estará en contra del aborto, del matrimonio homosexual, de la gestación subrogada…

Soy tolerante con esas cuestiones.  Lo que no creo es que sean banderas que tenga que tomar el centro derecha. Son banderas de la izquierda. Tenemos que ser absolutamente tolerantes, pero tampoco ir haciendo proselitismo de esas cuestiones.

Una última cuestión. ¿Si el PP de Madrid supuestamente cuenta con más de 90.000 afiliados, por qué se prevé que la participación en las primarias apenas rebasará los 5.000 afiliados?

Más bien participarán 3.000. La gente se ha ido porque no se ha gestionado el partido. El PP de Madrid lo han convertido en una marca, en una plataforma para ambiciones personales. En realidad, según mi muestreo, el PP de Madrid tiene 11.00 militantes activos. Es decir, que pagan cuotas. ¡Imagínese en la situación que estamos!