El hecho de que el presidente Mariano Rajoy esté hoy aquí (por el viernes), para dar su aval al nuevo proyecto liderado por Cifuentes, define la importancia fundamental que tiene el PP de Madrid para toda España”. Declaraciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, delante de Rajoy, encargado de inaugurar el Congreso madrileño dentro del periplo que le llevará a cinco cónclaves “populares” (Madrid, País Vasco, Andalucía, Cataluña y Valencia) entre los que no se encuentra el de Castilla-La Mancha, “porque, atendiendo a las palabras de Dolores, nosotros, los castellano-manchegos, no somos un partido importante como para que nuestro presidente venga a Cuenca a arropar a nuestra lideresa”, ironizaba un destacado miembro del Partido Popular que vuelve a presidir Cospedal tras el XIII congreso regional que este fin de semana han celebrado los conservadores en la capital conquense con invitados de la talla política de José Manuel Barreiro y de Alicia Sánchez Camacho, que llegó una hora tarde.

¿Por qué no fue Rajoy a Cuenca?

Mariano Rajoy no ha faltado a ningún congreso regional del PP de Castilla-La Mancha desde que asumiera la presidencia del partido en sustitución de José María Aznar allá por octubre de 2004. Primero arropando a José Manuel Molina, “que nos salió rana dando la famosa espantada de 2006 y propiciando la llegada de Dolores a nuestra región”, añaden las fuentes, y desde 2008 apoyando a Cospedal en los XI y XII congresos regionales. Sin embargo, este fin de semana el presidente del Gobierno y del partido ha preferido Madrid, País Vasco y Andalucía, antes que el XIII cónclave castellano-manchego que ha entronizado a su secretaria general. Y ha evitado trasladarse a Cuenca porque “conociendo a Mariano todos sabemos que huye de la quema y de cualquier polémica que pueda enturbiar su imagen”, concretan los interlocutores consultados por el ELPLURAL.COM, para seguidamente reconocer que “aquí hemos permanecido en vilo durante varias semanas”. Y no sólo eso, los críticos, además de llevar a cabo la ya famosa enmienda anti-Cospedal, han presentado una denuncia en los juzgados de Ciudad Real por sentir “vulnerados sus derechos” y a punto estuvieron de solicitar la suspensión cautelar del congreso.

Vicente Tirado volvió a llorar…

Por lo demás, el XIII congreso de entronización de Cospedal (95,43% de los votos), que con este cargo suma ya cuatro de importancia suprema (diputada por Toledo, ministra de Defensa, secretaria general del PP y presidenta del PP castellano-manchego), fue más previsible de lo esperado. Tanto como las apuestas que señalaban las ya tradicionales lágrimas del recién confirmado secretario general del partido, Vicente Tirado, como parte del contenido del acto, y que ganaron por goleada ya que Tirado no se conformó como en otras ocasiones con inundar sus lagrimales, sino que rompió en un lastimero lloriqueo, con pañuelo incluido y voz entrecortada. “En esta ocasión, Vicente tenía más que motivos para llorar, puesto que su cabeza ha estado a un tris de rodar por la deficiencia gestión que realizó en las semanas críticas pre congresuales, permitiendo que el militante de San Clemente llegara tan lejos con su enmienda anti-Cospedal”, argumentan nuestras fuentes.

…Y Cospedal volvió a utilizar a las víctimas

Lo más polémico del conclave conservador fue la utilización por parte de María Dolores de Cospedal de uno los familiares de las dos jóvenes conquenses asesinadas en el verano de 2015. Las buenas intenciones de la madre de Laura del Hoyo, una de las dos jóvenes a las que supuestamente Sergio Morate arrancó despiadadamente su vida,  están fuera de duda cuando entregó un ramo de rosas a la también ministra de Defensa nada más comenzar el congreso para agradecerle su apoyo desde el trágico suceso. Sin embargo, ese acto, con una profunda carga emocional, se debería haber realizado en la intimidad y no cuando el auditorio de Cuenca recogía aforo completo. “Una vez más, Cospedal echa mano del dolor de las familias, como así lo hizo con las de las víctimas del incendio de Guadalajara, para buscar réditos electorales”, lamentan fuentes socialistas, que consideran “triste la continua utilización de las víctimas y sus familiares que siempre hace el PP”.

“Page es presidente por 1.200 votos podemitas”

Por otro lado, el discurso del secretario general para rendir cuentas ante los suyos recogió más tiempo a criticar la labor del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que al debate de ideas y propuestas. Tanto es así, que Vicente Tirado no dudó en “acusar” al socialista de “ser presidente con el voto de 1.200 podemitas y no con el de los castellano-manchegos”, olvidando que Cospedal logró la presidencia del Gobierno castellano-manchego “gracias a 2.000 votos de madrileños empadronados en Guadalajara”, matizan las fuentes socialistas, que recuerdan al PP que no gobiernan “porque, sencillamente, los ciudadanos no quieren a Cospedal, ni a sus salvajes recortes que tanto daño han hecho en esta tierra y que ahora el presidente Page se empeña en reparar”.

Riolobos, a la “senda de los elefantes”

El cambio en el nuevo organigrama presidido por Cospedal más sorprendente, pero no por ello menos esperado, ha sido el cese de la polémica senadora Carmen Riolobos como portavoz del PP en Castilla-La Mancha, enviada a la “senda de los elefantes”, o si prefiere a la vicesecretaría de comunicación. Le sustituye el moderado diputado por Guadalajara, Lorenzo Robisco. Eso sí, la presidenta del PP castellano-manchego ha vuelto a echar mano del delegado del Gobierno y de los subdelegados en Guadalajara y Ciudad Real para que le acompañen en la Junta Directiva, cuando sus obligaciones como representantes del Ejecutivo y defensores de los intereses de todos los ciudadanos se antojan incompatibles con sus quehaceres partidistas. Pero eso a Cospedal, sencillamente, “le importa un bledo”, finalizan diciendo los socialistas.