En los últimos años, hemos descubierto el gran mal que nos puede causar la contaminación: daños en los pulmones, riesgos para el feto en desarrollo, disparar las alergias, engordar o daños irreparables a la estructura cerebral. Ahora, un grupo de investigadores ha encontrado que las personas que viven cerca de carreteras con mucho tráfico tienen mayores tasas de demencia. En la actualidad, no está claro si la contaminación del aire es la causa directa de las tasas más altas, pero los resultados han sido descritos como "interesantes y provocativos".

La investigación, publicada en la revista especializada The Lancet, evaluó dos millones de habitantes de Canadá durante once años. En sus conclusiones, describen que aquellas personas que viven en un área de 50 metros de las carreteras principales, tenían tasas más altas de demencia, con nada menos que el 11% de los casos causados potencialmente por niveles elevados de tráfico. 

Para encontrar los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de la demencia, los investigadores se basaron en datos habituales, como la edad, la dieta, el tabaquismo, la obesidad y la educación. Es difícil explicar el vínculo y, también es complicado achacar al tráfico o la contaminación del aire el aumento de las tasas observadas, aunque sí plantea preguntas interesantes.

"Estudios como este son valiosos para revelar nuevos factores que pueden estar implicados en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Además, abre nuevas vías de investigación de cara al futuro", explicó el doctor Davis Reynolds, director científico de la Alzheimer’s Research UK. "Este estudio ha identificado las principales carreteras y los contaminantes del aire procedentes del tráfico como posibles factores de riesgo para la demencia, un hallazgo que necesita más investigación antes de seguir sacando conclusiones".

El estudio se suma a la creciente preocupación por el impacto que la contaminación del aire está teniendo en una población cada vez más urbanizada. Con más de la mitad del mundo viviendo en áreas urbanas, el efecto que la inhalación de aire contaminado está teniendo en la salud pública se está convirtiendo en un problema grave.

El año pasado, se informó de que entre tres y cinco millones de personas mueren de forma prematura por esta causa. Teniendo en cuenta que se espera que la población urbana seguirá creciendo, esta cifra solo puede aumentar. La mayoría de estas muertes son a consecuencia de problemas respiratorios y cáncer de pulmón, pero el hecho de que la demencia pueda estar relacionada con la contaminación del aire, añade una preocupación más a esta situación.

Cómo los gobiernos responderán a este problema no está todavía muy claro. Algunas ciudades como Atenas, Madrid, París o Ciudad de México han tomado medidas como prohibir todos los vehículos con motor diesel para el año 2025, al mismo tiempo que se instó a otros grandes centro urbanos como Londres a seguir su ejemplo.

Ayer mismo saltó la noticia de que Londres había incumplido y sobrepasado su tasa anual de contaminación en solo cinco días de 2017. Está claro que la cuestión necesita atención urgente.