Cualquier estudiante que haya intentado pedir la beca general del Ministerio de Educación sabe que, ya sea cuando te la aceptan o cuando te la deniegan, nunca te queda muy claro la explicación de la resolución económica.

Esto es lo que le pasó a Cristina, un estudiante andaluz que, investigando en el engorroso sistema de concesión de estas becas, se dio cuenta de que habían rechazado la suya, a pesar de tener unas notas impecables, por haber sobrepasado su familia en 1,04 euros el límite anual del incremento de patrimonio.

Un coche necesario

Este escaso euro de más viene, según recogió el diario El Mundo, del descuento de 750 euros del plan PIVE, más otros 750 del concesionario, que recibió su padre al comprarse en 2015 un coche nuevo necesario para su pequeño trabajo como albañil, después de mucho tiempo en paro, y al que se tiene que trasladar todos los días haciendo 50 kilómetros desde su localidad, Álora, hasta Málaga.

Mismo trayecto tiene que hacer Cristian diariamente hasta su Grado Superior en Educación Infantil, en el que lleva una nota media de 9,4. Con esta situación las normas de Educación recogen que la familia ha tenido un aumento de patrimonio superior a 1.700 euros que marca la ley, aunque no lo han visto directamente ya que ha ido a parar al vehículo nuevo.

 De esta manera, los ingresos de la familia no se han visto aumentados, pero Cristian ha perdido la beca de 2.500 euros que le ayudaban a pagar el desplazamiento y otros gastos escolares.

Límites en el decreto

Este caso ha levantado un amplio debate en torno al límite que marca el Real Decreto de Becas, ya que cualquier tipo de ayuda que reciba la familia se contabiliza como aumento de patrimonio y se supera este límite de 1.700 euros a la mínima.

Por el contrario, el límite de ingresos anuales que recoge la ley para conceder la beca general es de 30.000 euros, lo que son 2.500 euros mensuales, un límite más amplio que el que se contempla para la ampliación de patrimonio.