Los Cinco del Buero, cuatro profesores y un activista, juzgados el pasado 14 de febrero por un delito de atentado continuado a la autoridad, desorden público y agresiones por la protesta que contra los recortes protagonizaron en 2011 en el Teatro Buero Vallejo de la capital han sido absueltos por un juzgado de Guadalajara.

Según han confirmado a Europa Press dos de los acusados, ha habido absolución “total” para todos los cargos, y así se lo han comunicado por vía telefónica a los enjuiciados, como el hecho de que, al parecer, no había pruebas para su condena, según uno de los enjuiciados, Ignacio Monreal. Todavía no tienen la sentencia y las razones específicas de la absolución pero tal y como ha señalado David, otro de los profesores, “después de cinco años y medio con esta espada de Damocles, es un alivio”. Por su parte, Morreal, no ha podido obviar su alegría después de cinco años “duros”, y añadido que “especialmente” para su familia, “ha sido horroroso”.

Cinco años de enjuiciamiento

Los hechos juzgados ahora, cinco año y medio después, ocurrieron el 7 de septiembre de 201 cuando tras una concentración en protesta por los recortes del Gobierno de Cospedal en la escuela pública organizada por la Asamblea de Interinos Docentes de Castilla-La Mancha, numerosos participantes decidieron trasladarse hasta el teatro auditorio “Buero Vallejo” de la capital alcarreña, irrumpiendo en pleno pregón de las fiestas patronales que ofrecía la escritora Almudena de Arteaga, siendo necesaria la presencia de la policía para desalojar a los activistas, sin necesidad de la violencia ni el uso de material antidisturbios, aunque, eso sí, el pregón fue suspendido.

Denuncia desproporcionada

Ahora quieren leer la sentencia detenidamente antes de llevar a cabo una valoración pero de momento están “satisfechos”, ha dicho Monreal, quien ha precisado que el juez ha entrado a valorar en su decisión el tema del desorden público. En todo caso, las partes tienen ahora diez días para recurrir la sentencia. Estas cinco personas fueron denunciadas a nivel particular por cuatro policías locales cuando irrumpieron como decimos a modo de protesta en el citado teatro coincidiendo con el pregón de fiestas de la capital alcarreña en 2011.

Empecinamiento de los policías locales

Sin embargo, cuatro policías locales, entre ellos el jefe de la Policía Local de Guadalajara, ayuntamiento presidido por el polémico Antonio Román, uno de los hombres fuertes de Cospedal, como lo prueba su incorporación en la cúpula del PP durante el XVIII Congreso Nacional celebrado el pasado mes de febrero en la Caja Mágica de Madrid, decidieron denunciar a los cuatro profesores y al activista por supuestas lesiones sufridas durante los hechos además de por desorden público y presunto atentado continuado contra la autoridad.

¿Por qué a estos cinco y no al centenar de profesores interinos que protestaban por el desmantelamiento de la escuela pública iniciado en 2011 por la secretaria general del PP en tierras de Don Quijote? Fácil, no se puede culpar a cien personas de pedir justicia social, pero si a cinco como chivos expiatorios de la protesta. En este sentido, Nacho Monreal recordó hace unas semanas en Vallecas su posición expresada “por activa y por pasiva: no me arrepiento de nada de lo que aquella tarde hice; protesté contra una violencia institucional que dejaba a cientos de compañeros recién contratados y que ya habían empezado a preparar el curso con nosotros, de nuevo en la calle”, añadió, “lo volvería hacer; va en mi ser, y tengo claro que en una democracia no puede ser delito la protesta social”.

“Guadalajara, territorio comanche”

ELPLURAL.COM ya lo ha recogido en numerosas ocasiones, Guadalajara no es provincia para la protesta social, “es más bien territorio comanche, máxime si su subdelegado del Gobierno, Juan Pablo Sánchez Sánchez-Seco, ejerce más de comisario político del PP que de representante del Gobierno (es secretario del partido en la provincia), o mejor dicho, de representante de Cospedal”, reconocen a esta redacción fuentes socialistas, que dicen no entender por qué nadie en las filas populares llamó al orden al “maleducado” exteniente de alcalde del PP y senador actual Juan Antonio De Las Heras, que buscó la provocación de las 600 personas que protestaban en esos momentos contra los recortes de la expresidenta Cospedal con una “peineta”. Su chulesca actitud no recogió los “frutos perseguidos”, dicen las fuentes, “ni la ira y la respuesta de los manifestantes; nadie respondió violentamente, un gran fracaso para este individuo que ha sido premiado con una portavocía en la Cámara Alta”.