Lo que no se ha logrado en meses, podríamos decir que incluso en años, lo ha conseguido un autobús en pocas horas. Así es la fuerza de Hazte Oír, y en este caso, ha generado el efecto contrario al buscado.

Aunque parezca mentira, a todo puede sacársele un lado positivo, incluso al autobús tránsfobo que esta semana pretendía circular por varias ciudades del país.

Su campaña, en realidad, quería dar respuesta a las que hace algún tiempo realizó la Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis.

En carteles que se situaron en marquesinas de autobuses en las tres capitales vascas y en Pamplona, en el metro de Bilbao y en anuncios de prensa, la entidad defendía como algo natural que existen hombres con vagina y mujeres con pene. En la misma línea, se creó también No hay huevos, otra campaña cuya cara visible fue Nacho Vidal, integrante de la agrupación y padre de una niña transexual, que dejaba claro también que no es una desviación ni una anormalidad.

Hace mucho tiempo que “nos tienen entre ceja y ceja porque nunca hemos querido entrar a debatir con ellos”, asegura Natalia Aventín, presidenta de Chrysallis a ELPLURAL.COM.

Batalla perdida

El libro de 42 páginas a color sobre leyes de transexualidad que Hazte Oír ha editado y quiere distribuir con su nueva caravana en la que ha ‘tuneado’ el mensaje anterior constituye un claro ataque a esta asociación, después de “darse cuenta de que han perdido la batalla”, sugiere Aventín.

“Como no les contestamos, han sacado el autobús”, recalca. Sin embargo, el tiro le ha salido por la culata al grupo ultracatólico.

Además de ver parado su autocar “nunca pensamos que fuesen a detenerlo así de rápido”, confiesa la presidenta de Chrysallis, “lo que han conseguido es que se empatice con el hecho de que los niños son diversos”.

Campaña de apoyo

A lo largo de esta semana, muchos centros educativos “han aprovechado la situación para hablar del tema”, subraya Aventín.  

Tampoco entre la clase política ha encontrado apoyo Hazte Oír y los mensajes en contra de la LGTBfobia se han colado incluso en prime time en distintas cadenas de televisión.  

La lucha por hacer visible la transexualidad y sensibilizar a la ciudadanía sobre la misma que Chrysallis mantiene desde su fundación, ha dado un salto de gigante en pocas horas.  “En los últimos años, con motivo de tantas citas políticas como ha habido” recuerda Natalia, “hemos estado en Ferraz, en Génova, en muchos sitios y cuesta mucho, es una labor ardua y que avanza con lentitud y de repente se ha disparado”.