Una y otra vez expertos y organizaciones del sector advierten del riesgo de un uso sin control de las nuevas tecnologías. Es cuestión de concienciación. Sin embargo, en estas fechas previas a la Navidad, parece que los consumidores olvidan los consejos en la materia y se lanzan a adquirir juguetes cuya principal característica es, precisamente, estar a la última en innovación y tecnología. 

Sobre esto acaba de avisar la Organización de Consumidores y Usuarios. La OCU, a través de su página web, informa haciéndose eco de un informe del Consejo Europeo de Consumidores, de que tras los llamados juguetes conectados, es decir, aquellos que de una u otra manera precisan de conexión a la red, pueden ser muy vulnerables para la seguridad de los más pequeños. 

Juguetes conectados

En concreto señala que dichos artilugios pueden conllevar problemas de "privacidad y seguridad, pues es bastante sencillo hackearlos y conseguir hablar al niño o escuchar lo que dice", con lo que de riesgo tendría algo de este calibre.  

Apunta la OCU a los juguetes que para disfrutar de ellos de manera remota, precisan de una conexión a internet (bien vía Wi-fi o Bluetooth) y en muchos casos pueden, incluso, ser controlados a través de aplicaciones para el smartphone o la tablet. Asimismo, dice la organización, "recogen datos para análisis y desarrollo de tecnologías de voz" con el objetivo de que el menor sea "entendido" por el juguete. 

La propia asociación de consumidores noruega fija su atención en tres juguetes que tienen esa modalidad de ser conectados. Hablan de las muñecas Mi amiga Cayla, que según la OCU se vende en España, Hello Barbie y el robot I-Que.

Sin protección contra intrusiones

A modo de ejemplo ilustrativo, dicen desde la Organización de Consumidores y Usuarios que, en los casos del I-Que y Cayla, "carecen casi por completo de protección contra intrusiones". En ambos supuestos la conexión se realiza a través de Bluetooth a una aplicación. Incluso, señalan, "los juguetes pueden emitir mensajes publicitarios subliminales (“Mi película favorita es …”, “Me encantan las chocolatinas marca X”), sometiendo a los niños a una presión indeseada".

Ante esta situación, y al margen de pedir encarecidamente a los progenitores que tengan en cuenta todos los consejos de seguridad a la hora de incluir en la carta a los Reyes Magos o Papa Nöel juguetes conectados, la OCU ha pedido a las autoridades españolas que "investiguen los hechos y tomen aquellas medidas que sean necesarias".

Por si existen dudas, también ha publicado un vídeo de la asociación noruega en la que explican la investigación llevada a cabo.